Comienzo, amigos, aclarando el tema de la "moral y la ética. Ambas palabras, tienen, lingüísticamente la misma traducción: la moral, del latín y del griego la ética; ambas significan "costumbre-s". Pero el uso que los griegos hacían del término marca la diferencia; para ellos el actuar ético era comprometerse con el mejoramiento de las costumbres para el bien de todos, en cambio, para los romanos la moral era el conjunto de normas, costumbres o leyes o reglamentos que regulaban el actuar de las gentes.
Eh ahí la diferencia de ambos términos: actuar moral es comportarse de acuerdo a ley y ya se sabe que "la ley no es igual para todos" (digan lo que digan los jurisconsultos) "porque hecha la ley, hecha la trampa"; en tanto que el actuar ético consiste en cumplir la moral pero superándola por lo que es mejor y más perfecto lo que exige, en muchos casos, "no actuar moralmente" porque la guía del actuar no será la norma, la ley o la costumbre, sino la VERDAD que no podrá nacer de nuestro capricho ni de nuestro "cerebro iluminado"; hemos dicho ya, anteriormente, que "para ser inteligente hay que ser muchos"
Aplicados estos conceptos a las nuevas y antiguas formas de familia que el siglo XXI nos ofrece, podrían aclarar algunos desencuentros conceptuales, y psico-sociales que entristecen la convivencia de chicos y adultos, de forma poco humana y nada digna de personas.
Las llamadas nuevas formas de familia sólo lo son desde el punto de vista jurídico, vale decir, moral; se reconocen como tales a las familias formadas por homosexuales de ambos géneros y las provenientes de personas divorciadas. En realidad han existido siempre pero de forma encubierta y moralmente descalificadas; recordemos los niños criados por "tías, más que por tíos" y aquellos que se decían "huérfanos" desde muy temprana edad.
Las familias antiguas son las conformadas en base a heterosexuales y las monoparentales porque así lo determinaron las circunstancias biológicas y sociales (muertes) o psicológicas (abandonos) o por adopción.
Quiero referirme, ahora, a las así llamadas "nuevas formas de familia"pero sólo reflexionaré hoy sobre las familias de las parejas homosexuales y dejaré para otra oportunidad la reflexión sobre las familias formadas por divorciados.
Recuerdo haber tenido que responder a profesionales de psiquiatría y psicología sobre la "problemática educacional" de los hijos de parejas homosexuales (adoptados o de uno de los miembros de la pareja). Tenemos que tener en claro que ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son condicionadas genéticamente, es decir, no hay transmisión hereditaria, razón por la cual de padres heterosexuales pueden nacer hijos homosexuales y biceversa.
La razón puede ser congénita (nacer con predisposición desconocida para las ciencias genéticas y embriológicas hasta ahora), aprendida (por maduración del "sexo neural" y por repetición de experiencias a temprana edad que se transforman en modelos de comportamiento genital) o por opción voluntaria (elección en algún momento de la vida). Quien con claridad didáctica expresó la existencia de estos 3 condicionantes fue Jesucristo quien hablando de los eunucos y célibes (que aún siendo claramente diferentes de los homosexuales pueden, por extensión conceptual, equipararse con ellos en razón de las limitaciones procreativas que se suelen auto-imponer) dijo: "los hay que han nacido así del vientre de su madre, los hay a quienes la sociedad los hizo así y los hay que así mismos se han hecho eunucos" y añadió... "por amor al reino de los cielos" (refiriéndose a quienes hacen opción de celibato). Este añadido no cambia la pertinencia de la descripción de causas, para ambos casos.
Tampoco existen pruebas de condicionamiento homosexual hacia los hijos por parte de los padres homosexuales y, en los casos en que pudiera encontrarse este condicionamiento, sólo estaríamos ante padres "perversos o psicológicamente depravados" como los encontramos (y no pocos) entre los padres heterosexuales. Cuando estos casos se dan (en cualquier forma de familia) y es a temprana edad, se tiene la confirmación de lo dicho por Cristo "a los que la sociedad los hizo así" y los pervirtió y los condicionó-determinantemente.
Ante el temor de que el modelo de los padres pudiera determinar el actuar de los hijos, por último, hay que decir con claridad que el "condicionamiento" comportamental lo recibimos de cuanto y cuantos nos rodean (medios de comunicación social en general) y que gracias a la naturaleza evolutiva de nuestro cerebro, no nos determina ningún modelo. Nuestro cerebro tiene el potencial neuroquímico para elegir ser libre o para elegir ser dependiente o ser esclavo de los demás o de sí mismo. Nuestro cerebro puede repetir los modelos o superarlos. En consecuencia, las llamadas "nuevas formas de familia" son tan aptas o tan limitadas como las "formas antiguas de familia" para ejercer la función educadora de sus hijos.
Si los padres (cualesquiera que ellos sean) educan a sus hijos es decir, les enseñan salir de sí mismos, (que eso quiere decir educar) para CON LOS DEMÁS BUSCAR LA VERDAD, les habrán ayudado a dar el salto de ser "seres humanos" para ser "personas", esto es, para ser seres libres por el espíritu. Esto exige, al grupo familiar, vivir en función de la verdad y no en función del rango jeráquico, esto es, entender que la "autoridad" no se tiene... porque se es padre o madre, o porque se es homosexual o heterosexual sino que se gana trabajando, es decir, "buscando juntos la verdad, diciendo la verdad, haciendo de la verdad" en todos las expresiones de la vida: alimentación, juego, relaciones interpersonales, opciones, toma de decisiones y correcciones.
Para lograr esto, todas las formas de familia tienen los mismos retos a superar.
Este es sin duda el mejor de los post publicados hasta la fecha. Es sin duda global, progresista y al mismo tiempo centrado en una base estructural sólida y comprensible para todos.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Juanjo.
Me alegra que pueda ser útil pero me alegraría más si con este tema, con cualquier otro, podemos abrir diáologo.
ResponderEliminarMe encantó. Lo mejor que yo te lei también.
ResponderEliminarTus palabras, tienen el respaldo de toda una vida de coherencia entre lo que piensas, dices y actúas. Gracias, por tu ejemplo y
ResponderEliminarpor compartir con todos la riqueza que guardas en tu mente y en tu corazón
Tu texto, es la expresión de la coherencia entre tu pensamiento, tus palabras y toda tu vida. Gracias por seguir compartiendo con todos algo de lo mucho que tienes .
ResponderEliminarGracias por agradecerme pero siento que no es para tanto... simplemente es ser medianamente coherente con lo que afirmo: "la vida me ha otorgado dones con la obligación de llegar a ser persona" y esta estrategia que me han sugerido usar, puede ayudar en la tarea.
ResponderEliminarGracias, sí, por el aliento y afecto.
Este blog es mi favorito. Sintético, valiente y honesto. Es una gran herramienta para entendernos mejor y comprender la REALIDAD de nuestra sociedad y sus individuos desde el libre pensamiento y el compromiso profesional.
ResponderEliminarComprender la realidad para vivir desarrollándola y desarrollándonos en ella. Lo demás serán entelequias pero no vida.
ResponderEliminarAhora bien, permíteme insistir, la realidad de la vida como personas nos exige, sin distinción de ningún género, ni sexo, ni opción social... hacer opción por la verdad, buscándola entre todos.
Esto nos obligará a respetar los tiempos que cada una de las personas requiera para hacer esta opción. Convencido estoy de que, sólo, no la encontraré ni podré vivirla.
Gracias por el diálogo, Aldo
A lo mejor necesitamos dialogar acerca el camino de la humildad hacia la tolerancia....
ResponderEliminarMe parece estupendo. Aldo. Escribe lo que piensas y vives al respecto sin importar si es gozoso o no tanto.
ResponderEliminarAl respecto, acabo de insinuar el tema en la última contestación que he publicado en el blog "los hijos nos enseñan a ser padres". Léelo, si te parece, y seguimos dialogando desde ahí, y desde lo que tu acotes.
Gracias por tu invitación
Me parece acertada la visión del prof. Aparicio sobre los condicionantes de las formas de homosexualidad. Me gustaría saber si tiene referencias de investigaciones sobre el desarrollo sexual de niños criados por parejas homosexuales.
ResponderEliminarLa concepción de un cerebro plástico, capaz de modificarse acaso infinitamente me parece alineada con los hallazgos de la moderna neurociencia. Sin embargo, por qué tendríamos que basar toda la psicología humana en el funcionamiento cerebral? Quiero decir, al afirmar que el cerebro tiene una gran capacidad de cambiar y que por eso podemos cambiar nuestra conducta, no estamos diciendo también que la conducta depende de una base cerebral? Me agrada pensar que si la forma de modificar el cerebro es ver y experimentar el mundo de una manera distinta, si puedo elegir libremente más allá de la fuerza de mis hábitos cognitivos y de esta manera crear un nuevo mundo y un nuevo cerebro, hay algo anterior y superior a la materia cerebral.
Sólo unas ideas.
Me alegra mucho haber hallado este blog, magnífico y generoso obsequio de un antiguo y apreciado profesor que tuve en la universidad Federico Villarreal, el Dr. Julián Aparicio, a quien mis compañeros y yo siempre tuvimos un gran respeto y admiración. Gracias maestro.
Bruno, me alegra este encuentro cibernético y que te hayas animado a dialogar aportando ideas e interrogantes porque de eso se trata: de entre todos buscar la verdad, entre todos poder ser inteligentes.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que comentas: si somos capaces de superar nuestro psiquismo, esto es, la resultante de la interacción neuro-endocrina es porque somos + que psiquismo y somaticidad. La apetencia de endo-superación y onto-superación no puede tener su origen en la estructura orgánica del cerebro (o somas) ni en la estructura psíquica (bioquímica neurológica) porque estas dos estructura solo alcanzan a repetirse una y otra vez, como lo podemos ver en el psiquismo de los seres vivos que nos acompañan por la vida, sino que ha de tener origen, necesariamente, en otra dimensión distinta y superior a ellas con las que interactúa; esta dimensión es a lo que llamamos ESPÍRITU que da orden dirección y sentido de UNION TRASCENDENTE a nuestro ser de personas. Unión que trasciende nuestra individualidad (nos saca de nosotros para realizarnos en y con los otros - educere) y nos trasciende con consciencia de personas en relación con todo lo que somos capaces de concebir como el Absoluto.
Esta realidad queda de manifiesto innegable en los gemelos siameses que comparten las funciones orgánico-cerebrales y no obstante eso, son autónomos en la expresión de su personalidad y, por lo mismo, en su intencionalidad volitiva (búsqueda de quehaceres y de parejas diferentes) . Sin aceptar la presencia del espíritu, esta realidad no tiene explicación. Y si en ellos es así, lo ha de ser en todos: el espíritu guía nuestra psique y nuestro soma al mismo tiempo que estas dimensiones condicionan el actuar del espíritu humano.
Quedarnos, por consiguiente en la dimensión somato-psíquica es reducirnos e involucionar. El crecimiento, expresión y condicionamiento psicoterapéutico de las personas que no tenga en cuenta la dimensión espiritual, está condenado al fracaso y a condicionar en las personas todo tipo de sociopatías.
En esta realidad tienen anclaje la Logoterapia, las corrientes humanistas y las transpersonales.
A tu pregunta sobre investigaciones para evaluar el impacto en los hijos de parejas homosexuales te doy como referencias algunas instituciones empeñadas seriamente (y sin sesgos de intencionalidad): American Academy of Pediatrics; American Academy of Child and Adolescet Psychiatry; American Psychiatgric Association; American Psychological Association; Child Wilfare League o Ameria; North American Council on Adoptable Children.
Ya se han dado casos de instituciones que han pretendido distorsionarla realidad para defender posiciones "presuntamente religiosas" como en la U de Texas.
Espero te sea de provecho lo que te alcanzo. Muchas gracias por dialogar con nosotros