La comunicación saludable entre las personas comienza hablando, usando la palabra, dialogando.
Y todo ENTENDIMIENTO comienza con LA PALABRA, con una palabra: SÍ, que equivale a decir "he descubierto el valor que, para mi, TU tienes.
Así comenzó la relación con nuestra pareja de vida; se inició descubriendo la bondad, la belleza y las virtudes de la otra persona y se lo reconocimos hablando, dialogando.
Y una vez que entre ambos hubimos intercambiado la admiración mutua y la confesión de que con la otra persona creíamos y queríamos enriquecer mutuamente nuestras bondades, nuestras bellezas y nuestras virtudes… establecimos un acuerdo: EMPEÑAMOS NUESTRA PALABRA para hacer eficiente el enriquecimiento que soñamos, y confesamos públicamente que estábamos EN-AMORADOS, es decir, LA PALABRA empeñada hizo que nos FUSIONÁRAMOS, POR AMOR, EN EL AMOR.
Ahora bien, “la palabra empeñada” puede estar sellada, o no, por un "contrato público", o por un "sacramento" para los teístas; en ambos procedimientos guiados por los criterios de VERDAD, CREATIVIDAD Y FIDELIDAD.
( la palabra sacramento significa juramento y de manera impropia es llamado, entre los cristianos, sacramento del matrimonio, porque debería ser llamado Sacramento de la Esponsalidad, regido por los criterios de la Palabra de Jesucristo, expresada en los evangelios).
- Verdad; nuestra palabra, lo que dijimos, lo que prometimos, lo hemos hecho ante la sociedad o ante la sociedad y Dios (para los teístas cristianos... “la Palabra estaba con Dios y era Dios”); hemos puesto por testigo a la Sociedad o a Dios, de que la cumpliremos.
- Creatividad; Nuestras palabras, nuestras conversaciones tienen que producir vida y no muerte; gozo y no dolor; reconocimiento del valor del-a otro-a y no rechazo y humillación; obras buenas y no criticonería o chismorrería. (para los cristianos... “En Él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad”); nuestra palabra nos compromete a crear formas de vida.
- Creatividad; Nuestras palabras, nuestras conversaciones tienen que producir vida y no muerte; gozo y no dolor; reconocimiento del valor del-a otro-a y no rechazo y humillación; obras buenas y no criticonería o chismorrería. (para los cristianos... “En Él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad”); nuestra palabra nos compromete a crear formas de vida.
- Fidelidad; la palabra ha iluminado el desarrollo de la humanidad y la ha guiado hacia la personificación de la humanidad a través del desarrollo de los “derechos humanos” para que todos seamos tratados como personas. (para los cristianos “Esta luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no han podido apagarla” a lo largo de la historia del cristianismo, sino por el contrario) Nuestra palabra empeñada tiene que honrar y desarrollar a nuestra pareja reconociendo sus derechos en todo lo que ella tiene y en todo lo que es y en todo lo que ella vale: es decir, en la expresión de su cuerpo, en su desarrollo psicológico y en su vida espiritual.
(nota: las sentencias evangélicas corresponden al evangelio de S Juan, capítulo 1; 1-5)
Pero es cierto y evidente que el paso del tiempo no nos favorece para lograr estos objetivos y nos va llenando de cansancio, porque “hasta lo bueno cansa” ("buena es la gallina pero, a diario, amarga la cocina" reza un refrán) y necesitamos, periódicamente, tomarnos tiempo para re-avivar el valor de la “palabra empeñada”.
Como todo en la naturaleza cósmica y en la vida funciona en base 3, les propongo que cada 3 meses, dediquemos 3 semanas para la restauración de la FIDELIDAD a la “palabra empeñada”. El método es sencillo: nos vamos a fijar en el cuerpo, en la psique y en el espíritu de nuestra-o esposa-o, o pareja, de la manera siguiente
- Primera semana, cada día vamos a estar atentos para descubrir la belleza, la bondad y las virtudes que nos inspira su cuerpo, su mente y su espíritu, y se lo diremos al final de cada día… “hoy me ha gustado en tu cuerpo… en tu mente… y en tu espíritu…
- Segunda semana, cada día vamos a pedir a nuestro-a esposo-a, o pareja, lo que queremos que haga en beneficio de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestro espíritu y se lo pediremos al comienzo del día… hoy quiero recibir de ti en mi cuerpo… en mi mente… y en mi espíritu…
Con la preparación de estas dos semanas, tendremos la autoridad moral para pedir cambios a nuestra-o esposa-o, o pareja.
- Tercera semana, cada día vamos a pedir a nuestra-o esposa-o o pareja, al comienzo del día, lo que deseamos que cambie PARA SU BIEN-ESTAR … hoy te propongo que cambies en tu cuerpo… en tu psique… y en tu espíritu.
Este método será eficiente para re-avivar mutuamente las FIDELIDADES, a la “palabra empeñada”, desde las 3 dimensiones que tiene nuestra persona. La dificultad para ejercitar el método propuesto se presenta en tres momentos: decidirse a hacerlo -en pareja-; perseverar los 3 primeros días hasta romper el "no sé como hacer"; salir de nuestra pereza.
Terminada estas experiencia podremos cantar el salmo 33, cada 3 meses, reconociendo la belleza de nuestra "palabra empeñada y restaurada" en nuestras vidas VERACES, FIELES y CREATIVAS:
La Palabra del Señor es verdadera
Y sus obras demuestran su fidelidad,
Por la Palabra del Señor fueron hechos los cielos
Por el soplo de su boca, todos los astros
(Sal. 33, 4 y 6)
(Sal. 33, 4 y 6)
No hay comentarios:
Publicar un comentario