EGO SUM RESURRECTIO ET VITA
(Jn. 11, 25)
Eres
crepitar de rocas que al rodar se quiebran
en
arte creativo y euritmias que rasgan
los
imposibles hitos propuestos por la historia
para
expresar, en la perfección de lo posible,
cuanto
de divino creador tiene el humano saber
que
endulza los sudores del desierto y los trueca
en
prados de efímero verdor, para + muertes y nuevas vidas.
Te
das en cada acción libertaria de pausada e incruenta guerra
do
las armas son los cuerpos
que
aspiran almas y espiran vida,
en
flora multiforme y en polícroma rutina embebidas
sin
que a penas percibir puedan
que
la brisa esparcida por los ayes de los niños
son
clarines de tu vida nueva, hecha tiempo.
Resurges
en anhelo de balbuciente alabanza
del
ser negado por esterilizador abuso,
que
tintileante anuncia,
que
la existencia negada jamás fue vana,
que
criogenizada existía en espera
de
campanas, en nueva primavera,
por
azahares y rosas, anunciada.
Estás
en toda brizna que de esperanza verdea el ocre
anunciando
margaritas a las almas,
pan
abundante y agua, en libertad cumplida
por
dar la vida que recrea el sueño
de
ser lágrima de tus ojos, reabiertos,
tras
la noche del dolor y seco desconsuelo
que
anuncia, para siempre… vino, luz y vida.
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