Me parece que este
dialogante quiere liberar su “conciencia hedónico-genital-sexual” atrapada por
dos propuestas ideológicas que le sojuzgan y sospecho que es uno entre
muuuuuchos. Intentaré ser claro para aportar ayuda “libertaria”, al respecto.
Hay dos propuestas
en el mercado intelectual y son de dos grupos de sordos: los “cientificistas” y los “teologistas”. Los primeros usan la lógica deductiva y, los segundos, la lógica intuitiva, para sus estudios y propuestas. Y ambos otorgan categoría de "absoluto" a lo que dicen saber cuando conocido es que todo lo humano es relativo y, por ello, perfectible. (1ª paradoja de deshonestidad)
Los primeros afirman
como cierto y definitivo lo que saben, por el principio de falsabilidad del
método que emplean para sus estudios, que aquello que hoy afirman como verdad
final, mañana será superado por el uso del mismo principio y del mismo método.
Los segundos afirman
en nombre de Dios, lo que Dios no ha revelado explícitamente. Se permiten
interpretar la inteligencia y ciencia de Dios que desconocen, por supuesto.( 2ª paradoja de deshonestidad)
Ninguno de los dos
quiere aceptar colaborar, con el otro, para buscar juntos la verdad (de la lógica) que, al ser humano sólo se le da
paulatina y parcialmente en todos los órdenes del saber y, por lo mismo, le
será temporalmente esquiva.
Los primeros
prefieren “mitologizar” la ciencia y los segundos desean “pontificar” a las
conciencias. Pero eso sí, ambos dicen
estar a favor del desarrollo de las personas humanas imponiéndoles normas de
conducta y criterios de conciencia.(3ª paradoja de deshonestidad)
No es difícil
descubrir que, en ambas posturas, se ocultan intereses tras de la bruma de la
moral que cada uno preconiza. Creo que estos intereses son los mismos de toda
la historia: poder económico, poder político y poder militar con los que
controlar la expresión del hedonismo de los seres humanos.
Ambas posiciones
ideológicas esgrimen argumentos negando el valor de los propuestos por la otra
postura y afirman tener la verdad respecto de la vida del ser humano… a lo que
yo, añado, vida del ser humano.. con
POTENCIA EN ACTO de llegar a ser persona humana.
Los cientificistas,
amparados por la OMS, de American College of Obstetricians and
Gynecologists y de Los
Institutos de Salud de los distintos Estados “determinan” que el embarazo
comienza cuando el óvulo fecundado “anida” o se implanta en el endometrio del
útero.
Razón para esta
"determinación"… porque por mientras no haya anidación el “cigoto convertido en
blastocito” morirá y se evacuará formando parte de una menstruación normal. Esto es cierto.Ahora bien, la implantación del blastocito da origen al embrión; este proceso tarda entre tres y doce días después de que un espermatozoide haya fecundado el óvulo; si el proceso se completa antes de tres días o después de 12, (salvadas las excepciones que la naturaleza se reserva y que no podemos controlar) el blastocito no anidará y el potencial embrión dejará de existir.
Observemos que con
el baile de estos nombres… se oculta el término VIDA; se habla en este período
de óvulo fecundado, de células o cigoto, de mórula o blastocito, de embrión
pero no de vida… Empezó la bruma de la moral que este colectivo preconiza para
evitar el concepto VIDA, porque si lo asumieran tendrían que preguntarse “de
qué clase vida estamos hablando, de qué especie y cuando empezó esa vida”
Del Levonorgestrel,
que es el componente de las píldoras del día siguiente, se afirma que
inhibe la ovulación y, al mismo tiempo, que no puede
impedir la liberación del óvulo toda vez que haya comenzado la ovulación; y que
espesa el moco cervical y así se obstaculizará la llegada de los espermios a
las trompas, y por eso se recomienda que se tome en las 24 horas posteriores al
coito. A diferencia de la “píldora francesa”, se afirma de él que no altera la mecánica de las
trompas uterinas, ni la estructura del
endometrio y, por lo mismo, no obstaculiza la implantación del blastocito y
tampoco interfiere en el desarrollo del embrión, una vez que el blastocito
haya anidado.
Así entendido el
levonorgestrel no sería abortivo; sería solamente un anticonceptivo de uso
post-coital. Pero… ¿realmente no altera
la estructura y funcionamiento mecánico de las células de las trompas y
endometrio, cuando sí inhibe la expulsión del ovocito y altera la textura del
moco cervical? NO ES COHERENTE porque,
si bien los componentes del levonorgestrel son distintos de los de la píldora
francesa (su antecesora) y las estructuras citológicas de cada una de las
partes sobre las que actúa son disímiles, la inervación y dependencia
hipofisiaria es la misma.
Creo que lo
estudiado por Yuzpe y sus colaboradores requiere de mayor hondura para poder
certificar lo que se afirma en nombre de la ciencia; es un excelente avance
plausible en el orden de la liberalización de las conciencias para el disfrute
hedónico-genital-sexual pero se ocultan
los intereses de poder, antedichos; esta parte de la verdad no es concluyente y
por eso se pone en alerta para que no se tome como si fuera un anticonceptivo
oral y, de lo estudiado, tampoco se puede afirmar “científicamente” que el
embarazo comienza con la anidación del blastocito. Esto es tan pontifical como
la afirmación que ahora analizaré.
(a lo que hay que añadir que no se han estudiado los efectos secundarios de insalubridad que estos químicos pueden tener, y tienen, y que -sociopolíticamente- no se resuelve ningún problema de salud ni de índice de fertilidad; pero este es otro tema)
La posición de los “teologistas” (no sólo católicos)
parte del principio teológico de la INHABITACIÓN DEL ESPÍRITU DE DIOS en el
espíritu humano, desde el primer momento de la concepción de éste.
Posicionamiento
aceptable si antes se acepta la revelación de Jesucristo, como Dios encarnado y
revelador del Absoluto en “nosotros–con nosotros” o expresión teándrica.
Pero en ningún
espacio del N.T. se niega la permanencia del proceso filogenético y genético –evolutivos-
de los seres humanos, que SE SINTETIZA EN EL PROCESO EMBRIONARIO (400 millones de años sintetizados en 4 meses de gestación) y tampoco se
afirma cuándo o desde qué momento el Espíritu Santo inhabita al ser humano y comienza
la ”potenciación-en acto” del desarrollo de la persona humana.
Creo, que éste seguirá
siendo uno de los misterios que se ocultará a la inteligencia abstracta y
espiritual de la humanidad y quedará librado a la inteligencia intuitiva y mística
de las personas. “ Me he atrevido a afirmar en post anteriores que en el siglo XXI sin vida mística no se podrá ser persona”.
Pontificar sobre los
contenidos de la ciencia, a los teólogos, no les es pertinente y, por lo mismo,
no les es lícito sentenciar las conductas de quienes obren guiados en recta consciencia
por lo que la investigación científica alcanza a conocer.
Sí están llamados,
en cambio, a velar por la rectitud ética del proceso de investigación
científica, a fin de ayudar a liberar
de la esclavización de los poderes sojuzgadores de la mente humana, a quienes están abocados al quehacer de la investigación.Una vez más… PARA SER INTELIGENTES, HAY QUE SER MUCHOS… Y HUMILDES; los científicos y los teólogos son necesarios para, juntos, buscar la verdad que las dos expresiones de la lógica pueden aportar, y en el fuero de las conciencias apliquemos el viejo principio jurídico: “in dubio, pro reo” porque nada en esta materia, ni científica ni teológicamente, está plenamente dicho.