Los 3 componentes del Actuar Honesto: Anteriormente he definido el concepto de honestidad con sus dos dimensiones (ética y mística) que es mayor y más perfecta que la veracidad: “ser eficientes en el logro de los objetivos que por igual nos beneficien a nosotros como a quienes nos rodean”.
Actuar
honestamente es acción dinámica… participativa y, consiguientemente, social,
comunitaria y abierta a la crítica de la metodología científica de la que no
debemos olvidar el criterio de falsabilidad = perfectibilidad, que el método científico
tiene.
El
actuar honesto de la persona ha de ser siempre cambiante hacia la verdad,
bondad y belleza. De cualquier otro modo no habrá honestidad y con ello se
negará, en forma real, la personeidad humana en el actuar para afirmar al ser
humano = máximo depredador.
Para
ser honestos-as precisamos de la vivencia de 3 verbos-(acciones): Respetar…
las naturalezas; Usufructuar… equitativamente los bienes; Ejercitar la
creatividad… veraz y místicamente.
Como
en el caso de la Consciencia Libre, la ejercitación de las 3 acciones exige
autocontrol que deberemos aprender educativamente… mediante la perseverante y
libre-aprehensión de estrategias de auto-registro de nuestro actuar, que abarque la acción de cada uno de
los 3 verbos; y “si esto no lo aprendió Juanito-a, tendrá que aprenderlo
Juanote-a”.
De
cualquier otro modo seremos opresores de la verdad y de la libertad de los
demás y nunca alcanzaremos a ser honestos.
Claro y lamentable ejemplo de
esta falta de honestidad son todas la guerras armamentísticas, socio-económico-políticas
(por
igual civiles que religiosas) y familiares. Todas ellas destruyen las naturalezas porque
lo que primero matamos es la verdad, sin la cual no podemos hablar de
honestidad.
Ahora
bien, la fruición mancomunada de nuestro actuar no pude pretenderse que sea
cuantitativamente igual, porque en ninguna de las naturalezas se expresa la
igualdad cuantitativa. La fruición,
pues, debiendo llegar a todos habrá de ser equitativa y proporcional a la
participación activa de cada uno de los integrantes de la acción
creativa-ejecutora.
Esto
sólo puede llevarse a cabo, de manera saludable, asumiendo la autoridad
colegiada de cuantos han participado de la creatividad-ejecutora de los bienes,
como el elemento dirimente de la proporcionalidad en la acción y en el
usufructo de los mismos; la autoridad jerárquica sólo deberá actuar como
elemento dirimente en caso excepcional, de controversia irreversible entre los
protagonistas defensores de las naturalezas y, en tal caso, por sólo el tiempo
pactado por la autoridad colegiada para probar la bondad del reparto fruitivo.
Resulta
evidente, porque estamos condicionados por la evolución neurológica, que la
variable fruitiva despierta, en todas las naturalezas, la apetencia posesiva. Solamente
la educación podrá hacer de ella una fuerza = virtud constructiva, cuyo precio
a pagar para poseerla, es siempre, la capacidad de esperar, silenciar, y
posponer nuestras apetencias a favor de los otros individuos, en la medida en
que estos acepten el criterio…“no sin mí”
A
estas alturas del análisis de la honestidad como la segunda variable de la
personeidad humana, no se nos oculta que por su complejidad, que supera
toda manifestación de espontaneidad, sólo será posible asumirla mediante la
creatividad veraz y mística.
- Creatividad
veraz porque, si no, las apetencias de fruició que son del todo legítimas por
condicionamiento neurológico y por la valoración de nuestro actuar
intelectivo-intencional-social, despertarán en nosotros el miedo a ser objeto de
desvalorización o de exclusión en la participación de los bienes y, se
desencadenarán reactivamente 2 conductas mentirosas: - retacear nuestra acción
creativa, comparándonos con la que aportan los demás y - sobrevalorar el
resultado de nuestro aporte creativo para tener mayor participación en el
reparto proporcional.- Creatividad mística porque sin visión trascendente de las distintas naturalezas, incluyendo la nuestra, nos veremos impulsados hacia una actitud competitiva- paranoide de posesión, porque sólo existirá lo temporal en nuestras mentes donde la verdad y la vida sólo tendrán valor de oportunidad.
Sin creatividad veraz y mística estaremos privados de libertad y sólo obedeceremos al seudo-instinto posesivo al servicio de sobrevivir a cualquier precio = al precio de las debilidades de los demás.
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