Hace cuatro años, en una farmacia española, me despedí el día 24 de diciembre deseando a quien me atendió, que tuviera una Feliz Navidad... Y alguien me corrigió diciéndome que como estábamos en un estado laico, lo que procedía era desear Felices Fiestas, para no ofender a quien no fuera creyente.
Quedé perplejo y no supe, en ese momento, diferenciar si lo que me decían era producto del respeto al diferente o de la pusilanimidad. El ambiente de fiesta era notable, casi estruendoso por doquier y el despilfarro de dinero en esos días, a juzgar por las cifras publicitadas por los m.d.c.s. y pese a la crisis que se decía vivir en la ciudadanía era impresionante y, entonces me pregunté... ¿Cuál o Quién es el referente de estos acontecimientos?
Tengo amigos de distintas confesiones religiosas y otros que se profesan agnósticos o ateos; de todos ellos he recibido parabienes y congratulaciones navideñas con frecuencia, como yo les he felicitado en las festividades en las que ellos conmemoran acontecimientos significativos en su vivencia social o mística.
Recuerdo haber preguntado a un amigo ateo, qué celebraba en Navidad y me contestó que la fiesta de la familia. Creo recordar que me explicó que la navidad desde siempre había sido, para él, tiempo de reencuentro familiar.
No se necesita apelar a la susceptibilidad del laicismo o al respeto por los laicos, a quienes también corresponde tener respeto por los creyentes, para coincidir con mi amigo. Nuestra diferencia está en que yo leo la fecha como el inicio de encuentro de la Familia Divina con todas las otras formas de familia que a lo largo de la historia se han dado y las que se darán en lo sucesivo entre las personas humanas. Y quien originó esta fusión, teológicamente hablando, ha sido Cristo luego, en análisis riguroso las fiestas de Navidad como fiestas de familia, sin Cristo, en occidente no existen. Cosa distinta es tener o no tener consciencia de ello.
Hay muchos que, con sobradas razones, niegan la divinidad del Cristo histórico: yo tengo dos razones para afirmarla: una de carácter histórico-antropológica y otra de carácter metafísico-espiritual que comparto con Uds.
La de carácter histórico-antropológica es que durante más de 2000 años ha habido miles y miles y miles de personas que silenciosamente y sin reivindicar a la historia de los pueblos, costos ni derechos han dado y siguen dando hasta hoy, su vida por afirmar "creo - me adhiero - confieso"... la divinidad de Cristo.
Y el fruto de esos incontables miles de personas que hoy se incrementan - por desgracia literalmente - es... el conjunto de DERECHOS HUMANOS sobre los que la sociedad occidental y oriental sustenta el progreso.
La razón de carácter metafísico-espiritual es el invento, hecho por Cristo, de la EUCARISTÍA. Este hecho sólo puede ser producto de la mente de un loco o de un dios. Y por cierto, ya narra el evangelio que sus parientes fueron alarmados con la noticia de que muy cuerdo no parecía estar... precisamente porque anunciaba que se quedaría como alimento para la humanidad.
¿ Un loco quien parte la historia en dos mitades en el antes y el después de El ? Se cuenta en la historia de la humanidad con culturas religiosas de tanta y más larga duración que la cristiana pero ningún personaje, como Cristo, ha cambiado la historia en dos partes.
¿ Un loco quien impone con sólo argumentos de razón metafísica, el valor de las personas sin importar su condición ni física, ni social, ni mental, como valor supremo del orden social y por encima de cualquier otro interés económico, científico, cultural y jurídico ? Pensadores en la historia que han dignificado a los seres humanos hay muchos: los clásicos griegos, los clásicos orientales o Séneca dentro de los latinos y muchos actuales, pero ninguno como Cristo ha elevado a los seres humanos -sin límite de condición- a la dignidad de partícipes místicos de la Divinidad del Absoluto en la dimensión de HIJOS DE DIOS.
¿ Un loco que aglutina a todos los pueblos de la tierra y al margen de sus propios calendarios y creencias para conmemorar el paso de un siglo a otro, que se definió casualmente por uno de sus seguidores, el astrónomo y teólogo Dionisio Exiguo ? Recordemos, por ejemplo, con qué algarabía celebró China... el cambio de siglo hace muy poco, y para nada coincidente con las efemérides de su cultura.
¿ Un loco quien impone con sólo argumentos de razón metafísica, el valor de las personas sin importar su condición ni física, ni social, ni mental, como valor supremo del orden social y por encima de cualquier otro interés económico, científico, cultural y jurídico ? Pensadores en la historia que han dignificado a los seres humanos hay muchos: los clásicos griegos, los clásicos orientales o Séneca dentro de los latinos y muchos actuales, pero ninguno como Cristo ha elevado a los seres humanos -sin límite de condición- a la dignidad de partícipes místicos de la Divinidad del Absoluto en la dimensión de HIJOS DE DIOS.
¿ Un loco que aglutina a todos los pueblos de la tierra y al margen de sus propios calendarios y creencias para conmemorar el paso de un siglo a otro, que se definió casualmente por uno de sus seguidores, el astrónomo y teólogo Dionisio Exiguo ? Recordemos, por ejemplo, con qué algarabía celebró China... el cambio de siglo hace muy poco, y para nada coincidente con las efemérides de su cultura.
Quien ha marcado estos cambios en la historia con sólo sus propuestas... no puede ser un loco, y si no lo es, sólo nos queda una alternativa: es Dios.
A los humanos no se nos habría ocurrido jamás una idea semejante porque somos demasiado cuerdos para hacer tal locura: "quedarnos como alimento para todos" ¡ qué locura !; esa, es tarea de una mente divina.
Capítulo aparte merece el costo de la confianza y confirmación en esta adhesión o fe, cuando analizamos los capítulos tristes escritos por sus seguidores, por su iglesia, en el pasado y en el presente que hizo expresar a Gandhi, por ejemplo, que sería cristiano si sólo existiera el evangelio pero no los cristianos. Pero eso no es lo que quiero compartir con Uds. en esta Navidad.
Las Fiestas de Navidad sin Cristo, carecen de sentido lógico y creo que es a los no creyentes y a los que alardean de la supuesta bondad del laicismo, a quienes corresponde tener expresiones de respeto para con los creyentes y unirse a ellos para disfrutar de estas festividades en lo que significan metafísica y místicamente, por ser esta efeméride ícono referencial del inicio de cambio para toda la humanidad en el progreso social y cultural del ser humano, hacia la identidad como persona, respetando las limitaciones que aún quedan por superar y que son tareas que deberemos afrontar, juntos, los creyentes y los no creyentes en la dirección mística que la Natividad de Cristo nos anuncia cada año, porque cada año varía la dimensión mística de la Navidad.
Por eso saludo a todas las personas que quieran dialogar conmigo: FELICES FIESTAS DE NAVIDAD.
Por eso saludo a todas las personas que quieran dialogar conmigo: FELICES FIESTAS DE NAVIDAD.