Comienzo por pedirles comprensión por la extensión de este post que me parece no debo subdividir.
Motiva el contenido de este post un conjunto de hechos o bien de in-acciones social-políticas que considero de verdadero escándalo y de escarnio para la población porque, literalmente, arrancan nuestras carnes y anestesian nuestras conciencias.
Por un lado son los cientos de denuncias de robos, estafas, malversaciones y todo género de pillaje, en los que están involucrados las más altos cargos de todos los gobiernos (incluidos en ellos directa o indirectamente los sistemas sindicales y los gobiernos religiosos de todas las confesiones), los directivos de los sistemas económicos y financieros y las más encumbradas jerarquías de los custodios del orden interno y externo nacional (ejércitos y policías).
Por otro lado están
los mega-proyectos nacionales para los que se precisan estudios de pre-factibilidad, estudios de factibilidad, estudios de consensos de las comunidades afectadas o por afectar con los proyectos.
Para todo esto se precisan años sin término durante los cuales los tres poderes de decisión que anteriormente hemos visto involucrados
en la corrupción (sistemas gubernamentales, sistemas financieros y ejércitos) son los únicos que dicen y desdicen de conformidad con sus intereses lo que les conviene hacer o detener porque,
al resto de la población se le encarga financiar la inacción o la ejecución de los proyectos, cuando y según les convenga.
Al resto de la población se le obliga a asumir con su pobreza o con su miseria el costo del enriquecimiento de las cúpulas de los tres poderes, antedichos, ejercidos inicuamente y, lo que es más grave, se le condiciona (obliga en su conciencia moral) para acudir, con el argumento de la "solidaridad", a socorrer las catástrofes naturales o aparentemente naturales (como las inundaciones anuales de siempre las mismas zonas), pero que son producto de la desidia y falta de acción oportuna o falta de "subsidiariedad", que es el rol específico que deben ejercer los tres poderes y "poderosos" mencionados.
Cuando los tres mecanismos de gobierno no ejercen subsidiariedad, se convierten en extorsionadores, en ladrones de la conciencia colectiva que, psicopatológicamente, se enquistan con "patente de corso" en nuestra sociedad como "psicópatas necesarios" de modo que a nadie le extraña y nadie puede reclamar que esas tres castas engorden y se enquisten por generaciones en el poder y desde él otorguen dádivas para que, quienes las reciben, les sigan permitiendo engordar. ¿Por qué esto es así?...
Hay tres razones:
1ª Los sistemas judiciales no son autónomos y obedecen a las normas que crean las tres castas o forman parte de ellas. Como consecuencia campea la impunidad para sus miembros y la estrategia es clara... juzgar por siglos sin fin para no poder condenar o, si lo hacen, absolver luego de poco tiempo sin reparación efectiva de los daños ocasionados y sin el pago de las indemnizaciones impuestas en las condenas.
2ª Los asiduamente solidarios no hacemos política porque no creemos en ella, o porque pensamos que nada puede cambiar si los tres poderosos no lo permiten o porque nos acomodamos a la "realidad" por mientras podamos vivir cómodamente. El resultado es que anulamos todos los ideales a favor de lo pragmático, a favor de la subsistencia lo más cómodamente posible y esto equivale a hacer en lo pequeño de nuestro entorno lo mismo que hacen los poderosos en la realidad macro.
3ª De múltiples maneras buscamos beneficiarnos de subvenciones que los tres poderosos crean para tenernos apaciguados. De este modo carecemos de autoridad moral y de fuerza ética para juzgar la realidad y propiciar su cambio. "Al fin y al cabo lo importante es pasarlo lo mejor posible y no hacer problemas"
La resultante final de todo esto es una sociedad de ladrones y de vagos que al fin y al cabo es lo mismo; una sociedad obsesionada por el bien-estar, sin importar quien pague el costo y cuales puedan ser las carencias proyectadas al futuro, por no tener dirección y sentido de trascendencia; por sólo ser una sociedad con normas morales y carecer de conciencia ética y de visión mística de la persona.
Necesitamos cambiar nuestra forma de vida cívica y el método es la POLÍTICA; política de personas para personas.
De no hacerlo, se me ocurre un símil: los poderosos de que vengo hablando son como los "avispones depredadores de colmenas" de abejas. Uno solo de ellos puede matar a toda la colmena, a más de 30,000 abejas porque son inmunes a los aguijones defensivos de las abejas. Sin embargo, algunas de éstas han desarrollado una "estrategia política" de defensa-ataque totalmente distinta a la que instintivamente han usado desde siempre y que puede servirnos de "ejemplo". No salen a atacar al agresor porque han aprendido que es inútil hacerlo; esperan a que entre a llenarse de miel e inspeccionar donde están las celdas de las larvas que servirían de alimento a las suyas y, entonces, se apelotonan sobre él elevando hasta 47 grados la temperatura del avispón que muere por no poder tolerar más que 45. Han aprendido una nueva política de defensa cívica.
Sin la política de personas para personas, la realidad social de los depredadores, de los ladrones de nuestra conciencia en todos los estamentos que nos constituyen (gobiernos, sistemas de poder, empresas, entidades sociales, entidades jurídicas, familias), no cambiará porque son sordos, esto es, inmunes a los aguijones, a los llamados éticos y místicos de la ciudadanía.
Se impone que LA COLMENA haga política nueva a través de los medios electrónicos, a través de las redes de comunicación, dirigida hacia los distintos modos tradicionales del ejercicio de la política (sistemas partidarios, sistemas institucionales laicos y religiosos, sistemas de defensa ciudadana, sistemas empresariales estatales y privados, sistemas familiares). Ya se ha probado con eficiencia en la lucha contra algunas tiranías.
El método no puede ser el de la denuncia genérica, ni ofensiva, ni humillante como se viene haciendo frecuentemente porque de esto se defienden muy bien los avispones,
sino el de la denuncia de múltiple enfoque: jurídico, técnico, económico, social, antropológico, psicológico, educacional, religioso, geográfico, místico, médico, biológico, ecológico, genético, epidemiológico, psiquiátrico, etc. etc. y dirigido hacia el actuar específico de una persona concreta o varias con nombres propios.
Esta estrategia política no puede ser hecha por una sola persona sino por una red, por una colmena que agitando con orden, con sentido orquestado sus alas, por la verdad, eleven la temperatura para que el "avispón" no pueda tolerar la temperatura y el sistema jurídico no pueda refrigerarlo.
El sistema es simple: el de las redes sociales y, desde ellas y cada uno desde su saber hacer fundamentado, denunciar los actos, anunciar las consecuencias y costos y anunciar las soluciones.
Querer hacerlo una sola persona sería un acto suicida, sin importar cuanto esfuerzo haga y cuán brillante sea su estrategia, porque probado está que los avispones se han hecho inmunes al ataque de una sola abeja. Pero, al mismo tiempo, cada abeja ha de trabajar en lo que le es propio y sabe, contribuyendo con su labor a lo que las otras van aportando con el triple sistema antedicho.
La estrategia descrita tiene un condicionante "sine qua non": las abejas que agiten sus alas han de ser de probidad ética (de cuya diferencia con la rectitud moral ya he hablado en otros post) por igual en su vida personal como en el acceso al conocimiento de que hagan uso y esto exige el desarrollo consciente de la conciencia mística de ser personas humanas para personas humanas despojándose del prejuicio de las creencias que nos segregan, nos separan y debilitan y asumiendo el juicio de la fe, esto es, de la adhesión a la Persona Absoluta que se expresa en la vida y conocimiento del otro.
Obrando así será verdad que la fe en la persona humana moverá las montañas de la historia. La fe - en red- de las personas, nos devolverá la conciencia robada por los poderosos de este mundo, de ser personas y no seres humanos.