A lo largo del año y en distintos meses, las sociedades rinden homenajes a las MUJERES-MADRES y con no poca frecuencia, con osada hipocresía e irreverentes actitudes mitománicas.
Una mujer no es más ni menos persona por el hecho de ser madre o de no serlo, pero la maternidad les otorga expresión de plenitud biológica, que justo es reconocérselo por la grandeza que este don y acto en estado, les otorga.
Con ánimo de reparación quiero reconocer la FORTALEZA que todas las madres del mundo tienen y comparten con el mundo, por medio de este poema-orante, mal hilvanado y sin pretensión de valor literario.
Aprovecho para hacerlo el mes de mayo, porque son muchos los países en los que se rinde homenaje a las madres, en este mes.
PREÑEZ MÍSTICA DEL TIEMPO
Vientres henchidos de Eucaristía
itinerante
son tus hijas-madres, de
humanidad promisora
al costo de mil miradas
compasivas y asonantes
de lascivos seres con moral denunciadora.
De tu Hijo son, re-encarnación
en ellas renovable
para ser una y otra vez tildada
tu presencia de inhumana
al ser Tú, madres-pobres-párvulas en su estado, despreciable
por quienes ciegos atinaron sólo
a ver, belleza humana.
Con ellas en altivez-callada
retas la letal histeria
de los tiempos-machos para
alcanzar con sus gritos
el horizonte utópico de personas
con magnánima historia
que más semejen ángeles que
humanos, en sus hijos.
“Hagan esto en mi memoria”,
repites cien-mil veces en un día
y tuviste que inventar, para la historia
personas que de tu mandato realidad harían.
Ellas son toda mujer en quien, silente,
tomas carne-llorosa, nuevamente,
en sagrario itinerante,
mendicante,
degradado, viandante y emigrante.
Una y otra vez escoges pobres,
por juventud y bienes
para ser tus hermanas-madres,
como antaño,
sin importarte sus motivos, ni
las quejas de quienes
ven en ellas tambalear la
riqueza acumulada cada año.
A diestra y a siniestra surgen
voces queriendo
no encontrarse con tu rostro de
infante inquisidor,
del sin-sentido de sus muertes que,
sonriendo,
son augurio de Tu…” hacer nuevas
las cosas”, sin rencor.
Mal ha de estar nuestra
moral-sexual, condenatoria,
donde Tú sin importarte el cómo,
ni el cuándo, ni el porqué,
manifiestas cubriendo con tu Espíritu, el nuevo arkhé
que en tu Madre, nuestras madres exultan…¡ GLORIA !
Gloria a toda virgen-madre que
sin motivo alguno que de Ti no proceda,
muestra Tu rostro oculto a todo aquel
que sólo acierte a proferir condenas.
buena!!!!!
ResponderEliminarMe alegra te haya gustado
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Gracias por estimular el diálogo