viernes, 1 de mayo de 2020

HONOR A LAS MADRES, POR SUS VIDAS, MÁS QUE EN SU DÍA

A lo largo del año y en distintos meses, las sociedades rinden homenajes a las MUJERES-MADRES y con no poca frecuencia, con osada hipocresía e irreverentes actitudes  mitománicas.  

Una mujer no es más ni menos persona por el hecho de ser madre o de no serlo, pero la maternidad les otorga expresión de plenitud biológica, que justo es reconocérselo por la grandeza que este don y  acto en estado, les otorga. 

Con ánimo de reparación quiero reconocer la FORTALEZA que todas las madres del mundo tienen y comparten con el mundo, por medio de este poema-orante, mal hilvanado y sin pretensión de valor literario.  

Aprovecho para hacerlo el mes de mayo, porque son muchos los países en los que se rinde homenaje a las madres, en este mes.


PREÑEZ MÍSTICA DEL TIEMPO


Vientres henchidos de Eucaristía itinerante
son tus hijas-madres, de humanidad promisora
al costo de mil miradas compasivas y asonantes
de lascivos seres con moral  denunciadora.

De tu Hijo son, re-encarnación en ellas renovable
para ser una y otra vez tildada tu presencia de inhumana
al ser Tú,  madres-pobres-párvulas  en su estado, despreciable
por quienes ciegos atinaron sólo a ver, belleza humana.

Con ellas en altivez-callada retas la letal histeria
de los tiempos-machos para alcanzar con sus gritos
el horizonte utópico de personas con magnánima historia
que más semejen ángeles que humanos, en sus hijos.

“Hagan esto en mi memoria”,
repites cien-mil veces en un día
y tuviste que inventar, para la historia
personas que de tu mandato realidad harían.

Ellas son toda mujer en quien, silente,
tomas carne-llorosa, nuevamente,
en sagrario itinerante,  mendicante,
degradado, viandante y emigrante.

Una y otra vez escoges pobres, por juventud y bienes
para ser tus hermanas-madres, como antaño,
sin importarte sus motivos, ni las quejas de quienes
ven en ellas tambalear la riqueza acumulada cada año.

A diestra y a siniestra surgen voces queriendo
no encontrarse con tu rostro de infante inquisidor,
del sin-sentido de sus muertes que, sonriendo,
son augurio de Tu…” hacer nuevas las cosas”, sin rencor.

Mal ha de estar nuestra moral-sexual, condenatoria,
donde Tú sin importarte el cómo, ni el cuándo, ni el porqué,
manifiestas cubriendo con tu Espíritu,  el nuevo  arkhé
que en tu Madre, nuestras madres exultan…¡ GLORIA !

Gloria a toda virgen-madre que
sin motivo alguno que de Ti no proceda,
muestra Tu rostro oculto a todo aquel
que sólo acierte a proferir condenas.

2 comentarios:

  1. Me alegra te haya gustado
    Cuando algo no te guste o creas que no es acorde a la verdad, exprésate correctivamente.

    Gracias por estimular el diálogo

    ResponderEliminar

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