Este post tiene por motivación la pregunta de una persona dialogante-anónima y la respuesta consiguiente y está en estrecha relación con el post anterior "LA ANSIEDAD TIENE DOS CARAS" Creo que esta ampliación y puntualización puede ser útil para todos
La depresión melancólica tiene dos raíces posibles: el carácter y/o la inteligencia emocional
Si el origen es el carácter, estaremos frente a una de las modalidades depresivo-endógenas. Y si el origen es la inteligencia emocional, estaremos ante expresiones de inseguridad que, a su vez hunden sus raíces en el predominio de los "modelos de apego: inestable e inseguro" vivenciado en los 9 primeros años de edad.
En ninguno de los dos casos se trata de la mal llamada "falta de auto-estima"; esta seudo-expresión de personalidad no es otra cosa que la carencia de éxito social y es una de las sintomatologías de la depresión que en determinados casos actúa como causa y en otros como consecuencia de la depresión misma.
En el caso concreto que nos ocupa, la melancolía recurrente (obsesiva) está anclada en la inteligencia emocional (y "modelos de apego: inestable e inseguro" correspondientes), que la han impulsado toda la vida a desarrollar comportamientos de ayuda, servicio y sacrificio por las personas que la han rodeado (en los ámbitos familiar, social, amical y laborar) Es lo que solemos identificar como "excelente persona". Pero en este momento ha llegado al grado de saturación con la historia de vida que ha protagonizado... pero, al mismo tiempo, tiene temor de sí misma y de sus comportamientos sociales. Teme equivocarse y hacer daño.
Qué paradoja... La bondad, la generosidad, el altruismo (comportamientos todos generadores de endorfinas- antidepresógenas y equilibradoras de la serotonina) pueden desencadenar, por saturación, una de las formas depresivas más destructivas del equilibrio de la personalidad.
La causa de este fenómeno (que hoy recibe pomposamente el nombre de "burn-aut" o "quemados por la vida") reside en la sublimación de los modelos infantiles de apego antedichos, que las personas han desarrollado o sufrido y con los que se han sentido complacidos por muchos años pero, en un momento determinado, quieren decir... "basta, yo también existo".
Los ámbitos del quehacer de la persona dialogante son: un marido con dependencia emocional patológica y manipulador-sofisticado; una hija compulsivamente demandante y absorbente y, un jefe laboral y socialmente autoritario y seductor.
En buena cuenta, todos los ámbitos del quehacer adulto le están bloqueados porque en todos, inconscientemente, ha tratado de revertir (mediante la bondad, el servicio y correcto desempeño de metas por objetivos) la inestabilidad y la inseguridad emocionales que le fueran impuestas durante la infancia y para cuya liberación nunca recibió ayuda. Era difícil para los que la han rodeado pensar que pudiera estar necesitando ayuda quien siempre dio ayuda con alegría; he aquí la paradoja.
Llegado este momento de análisis y para mejor entender lo que respondo a la dialogante que motiva este escrito les remito, estimados dialogantes, al post mencionado en el primer párrafo. De esta manera podremos seguir enriqueciendo nuestro pensamiento a la par que respetaremos la identidad de la persona que motiva nuestro intercambio de ideas.
Al preguntar si su comportamiento es el correcto o no y qué "debe hacer", describe con detalle los eventos últimos vividos en los tres ámbitos de su quehacer, mencionados, y a ello respondo así...
Has obrado con gran acierto con las 3 personas y momentos:
1- Has ubicado las causas de tu malestar (casi siempre hay más de una y por eso sentimos estar saturados), de tu tristeza y miedos a la soledad.
2- Las has enfrentado una a una (aunque creo que aún te falta con tu hija, con quien tienes el tema pendiente para cuando esté recuperada de sus dolencias que, por ahora bastante tiene la pobre, con ellas, pero me parece que está proyectado hacia ti sentimientos negativos que tiene hacia su esposo; ten cuidado con esto y si lo confirmas... en algún momentos habrás de confrontarla; no tengas miedo porque el mayor error que cometerías, tanto por ella como por ti, sería no hacerlo y por lo referente a que tu pudieras excederte... la historia de tu vida no te lo permitirá).
3- Has tomado la decisión saludable de poner distancia definitiva de ellas.
Pero, ojo, nuestra memoria tiende a traicionarnos siempre, por muy seguros que creamos estar de nuestros recuerdos pero mucho más cuando experimentamos soledad y solemos RETROCEDER; ten cuidado.
¿Y cómo se tiene cuidado?... Proponiéndonos un objetivo (a largo o corto plazo) donde tengamos que poner CREATIVIDAD; porque la creatividad siempre nos produce "endorfinas y dopamina = gozo seguro".
(No dejes de hacer ejercicio físico; el mejor para ti es la danza, pero no hagas de ello una obsesión)
Teóricamente la mejor creatividad es la que beneficia a otros pero a veces no es así, porque sentimos que esos "otros" vuelven a abusar de nosotros como lo hacían los anteriores y probablemente es así porque les enviamos "señales inconsciente" de que pueden hacerlo. Estamos tan habituados a nuestras formas de actuar que no somos plenamente conscientes de lo que hacemos. Es como el olor de nuestras glándulas apocrinas; no nos damos cuenta de nuestro mal olor, pero los demás sí.
Me parece que este es el riesgo más probable que tu corres, dada tu historia, así que invéntate algo que te produzca beneficio a ti y empezarás a sentirte libre y a disfrutar de tu soledad. Tiempo de soledad creativa.