Antes de empezar el tema que me propongo desarrollar, brevemente, les invito a leer en google el tema sobre el origen del día de la madre. Es un texto bueno, breve y de utilidad para enmarcar nuestra comunicación.
Dialogar sobre "la-s madre-s" sin herir susceptibilidades es bastante difícil porque en relación con este ser "icónico" en las culturas occidentales, se han vertido las más maravillosas historias mitológicas y las más antojadizas afirmaciones eruditas y poéticas que, a fuerza de ser repetidas se han constituido en expresiones de verdad-es, porque hemos convenido en que así sean, sin haberse constatado y, menos aún, comprobado. Se aplica, aquí, la verdad del dicho popular de "si el río suena es porque piedras lleva" o "vox populi - vox Dei" Y punto; no más discusión.
Todo lo que se diga a favor de la imagen de las madres, en el peor de los casos es venerable y, a partir de ahí, si se dice algo en contra de las madres, en el mejor de los casos, hay que dudar de la veracidad de lo escuchado o leído para, luego, ser rechazado, desvalorizado, relativizado o ignorado.
La resultante de este entramado del inconsciente-colectivo-intelectual es el desarrollo de una inteligencia emocional en favor irrestricto de todo lo que se pueda identificar con el "término lingüístico-madre" y, al mismo tiempo, el desarrollo de la inconsciencia racional "incoherente" -sobre la valoración real- de todo lodo lo que identificamos como madre: (madre naturaleza, madre biológica, madre intelectual, madre educadora"-alma mater-", madre social, madre patria, madre eclesial, madre espiritual, madre mística).
Son demasiadas madres para lograr un solo engendro ¿no les parece? porque... la persona única, creativa y autónoma que, todo el mundo dice que somos, ¿a qué queda reducida, si toda nuestra vida es un continuo de episodios de un engendro a otro y de un alumbramiento a otro?
La respuesta social-antropológica es clara: alabanzas del inconsciente colectivo a cada una de las pretendidas madres y repudio, olvido y/o maltrato a cada una de ellas... por turno.
Si reducimos el análisis, para hacer fácil nuestro diálogo, a las -madres biológicas- y, luego lo extendemos mentalmente a las otras expresiones de maternidad que he enumerado será fácil llegar a la conclusión: emocionalmente estamos y nos desarrollamos en un matriarcado pero... racional, económica y políticamente es lamentable ser madre porque tiene valor próximo a cero. A las pruebas me remito: ¿en qué país se valoran económicamente los trabajos que lleva inherente la maternidad? Mientras estos trabajos no se cuantifiquen, económicamente... la maternidad seguirá teniendo valor 0,00 para la sociedad político-económica occidental.
Y la consecuencia de esta descalificación inicial de la maternidad es abrumadoramente elocuente y tiene tres expresiones:
Y la consecuencia de esta descalificación inicial de la maternidad es abrumadoramente elocuente y tiene tres expresiones:
- Se continúa con la desigualdad remunerativa de las labores profesionales de la mujer, en comparación homóloga con las del varón.
- El miedo y resistencias a las contrataciones de las mujeres por el riesgo legal-financiero de la posible maternidad de las mismas.
- La práctica, cada vez más extendida, de la crio-preservación de los óvulos de las mujeres jóvenes, en espera del momento límite en la edad y oportuno empresarial-laboralmente, para poder compaginar la maternidad con el desarrollo exitoso de su quehacer profesional.
Hagamos el esfuerzo, ahora de transpolar lo dicho a las otras expresiones -líricas- de la maternidad y veremos qué sucede. Díganmelo Uds.
¿Qué significado tiene, entonces la celebración del día de la-s madre-s?...
- Uno, de inapreciable valor: disfrazar la realidad de la maternidad no-valorizada con comportamientos dignos de personas humanas para, luego, ver de implementar las políticas más variopintas de control demográfico.
- Otro, de revulsivo económico-comercial, movilizando los sentimientos de culpabilidad intelectivo-emocionales y en un día ocultar la cobardía de un año para que, luego, todo siga igual.
¿ Quién o quienes tienen la responsabilidad de hacer despertar a las personas y a los organismos sociales de la hipnosis en que está inducida y por la que creen que ser madre tiene gran valor pero que, en la práctica, no se le reconoce ?
Si pensamos en los políticos, civiles y religiosos, que por auto-definición deberían velar por el valor de las personas (de las madres e hijos)... podemos esperar sentados para no cansarnos, porque están en contubernio con los organismos económico-financieros y con las fuerzas militares en todos los países del orbe. No moverán un dedo si no les golpeamos las manos.
La responsabilidad de reivindicar el valor de la maternidad está en la fuerza que tiene "FUENTEOVEJUNA, TODOS A UNA" es decir, gritar en manifestaciones públicas, rebelarnos por escrito que denuncien a los políticos (civiles y religiosos) anti-maternales, bloquear las acciones jurídicas en contra de la maternidad, con nuestros votos, vale decir, votando a quienes sepamos que tienen conciencia probada a favor de la valoración de la maternidad; de otro modo los trabajos que la maternidad tiene como inherente, seguirán valiendo 0,00.