viernes, 27 de noviembre de 2015

EN MOMENTOS DE CONFUSIÓN… “SOLUCIONES DE URGENCIA” -1-

Amigos dialogantes:  para mi, los momentos sociales y políticos que vivimos generan gran confusión mental y emocional y por lo que converso con distintas personas les sucede lo mismo.  Esto me ha motivado para buscar dialogar con todos sobre esta realidad por ver, si entre todos hacemos luz.
El tema me resulta extenso y complicado tanto como importante; lo que me ha obligado a dividir en 5 post lo que deseo compartirles. Me disculpo si les resultara excesivamente fatigante.
 
Los acontecimientos se suceden EN NUESTRAS VIDAS individuales y/o sociales; y una y otra vez tropezamos en las mismas piedras.
Pero eso sí, “decimos querer corregir errores” (de los demás y de la historia) y utilizando los mismos procedimientos de siempre queremos tener resultados distintos.

El final es claro: ESTADO ESQUIZOFRÉNICO personal y social.

 Aprovechando los acontecimientos últimos de violencia y barbarie (en Siria, Francia, Nigeria, Mali, Túnez y un etc. inacabable), que por igual tienen como protagonistas a facciones terroristas que a organismos sociales y de gobierno (cívicos, laicos y religiosos) supuestamente bien formalizados, pero con modos de actuar igualmente terroríficos, quiero hacer una contra-proyección hacia nuestras consciencias y comportamientos individuales, que afectan de manera muy similar a nuestra vida ordinaria (a nuestra vida: familiar, de parejas, de trabajo, de manifestaciones religiosas y laicales, de responsabilidad colectiva, de participación solidaria, de responsabilidad política etc.)  
 
De la alusión somera, que haré, de las barbaries más publicitadas de la historia reciente: (el 11 M en España, el 11 S en U.S.A., 07 J en Inglaterra y anteayer el 13 N en Francia) quiero describir los mecanismos psicológicos de defensa-social que se encubren en la vivencia de esas barbaries y que van formando nuestra inconsciencia colectiva y nuestra seudo-conciencia individual-personal, que nos llevan a actuar en nuestra vida diaria justificándonos en lo injustificable.
 
 
Son sucesos icónicos con siglas de identificación emocional cuyo recuerdo evoca en nosotros emociones de horror,  llanto y condena al unísono por parte las autoridades civiles y religiosas de distintos credos, de las asociaciones más diversas y de la espontaneidad generalizada.
 
 
 Inmediatamente, se movilizan acciones sincronizadas, de contra-ataque, entre los países afectados por “las siglas” con mayor agresividad bélica que la sufrida, con los mismos argumentos que Israel esgrime para sembrar el terror en Palestina: “la defensa legítima de los propios ciudadanos, el bien común, la defensa de los valores sociales, económicos y cívicos logrados en nuestra cultura”, y estos ataques se ejecutan por igual en los territorios propios que en los territorios que, hoy, exportan el terror (y que fueron hasta hace pocos años, sus colonias)

 Estos contraataques (o psicológicamente “contraporyecciones)  no solucionan los conflictos terroristas

Igualmente nos sucede en la vida ordinaria y esto es así, porque estas contraproyecciones son  maneras de echar la culpa a los demás, atacándoles en lo que tienen de débiles pero, “como no hay enemigo pequeño” entramos en la guerra sin final donde la víctima es siempre la verdad y la ganadora la mentira
 
(continúa)

2 comentarios:

  1. Bien dicho cuñado!
    ����❤️

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  2. Hola Inger; gracias por el aliento. Yo te también te animo a escribir, críticamente, en base a lo que propongo como motivación para el diálogo o como consecuencia de tu propio pensamiento.
    Estoy seguro de la riqueza que aportarías al respecto y de lo motivador que sería tu actuar, para otros que también leen y pueden hacer algo semejante.

    Un abrazo

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