miércoles, 11 de marzo de 2020

DIALOGANDO SOBRE PSICOLOGÍA Y LA VIDA: LLEGÓ LA HORA DE COLABORAR Y NO DE COMPETIR. LLEG...

DIALOGANDO SOBRE PSICOLOGÍA Y LA VIDA: LLEGÓ LA HORA DE COLABORAR Y NO DE COMPETIR. LLEG...: Hemos necesitado que llegara a la humanidad el CORONAVIRUS para darnos cuenta de que el paradigma de la competitividad, como impulsador de...

LLEGÓ LA HORA DE COLABORAR Y NO DE COMPETIR. LLEGÓ LA HORA DE LA PAZ CONJUNTA Y NO DE LAS GUERRAS DE GUERRILLA

Hemos necesitado que llegara a la humanidad el CORONAVIRUS para darnos cuenta de que el paradigma de la competitividad, como impulsador del desarrollo social y personal es un error de concepto que produce parálisis en el desarrollo de la personalidad, destrucción de vidas humanas y subhumanas y muertes biológicas, cognitivas, volitivas y espirituales.

Hoy las clases y castas políticas en el ejercicio de los gobiernos europeos, convocan a sus opositores a quienes hasta "ayer" consideraban enemigos, para eliminar individualismos y partidismos... a aunar fuerzas, colaboración y unidad ante un enemigo biológico que, científicamente desde el análisis epidemiológico es menos letal que las  formas de influenza comunes y ya ordinarias, pero con eclosión de contagio similar (guardadas las distancias históricas) con las sufridas por Europa en la Edad Media.

Hemos necesitado de un "enemigo común" no humano, para darnos cuenta de la necesidad de colaboración para seguir creciendo y no de la competitividad. Hemos necesitado de un enemigo común para darnos cuenta del valor de cuidarnos unos a otros y del valor de la previsión para con otros porque así cuidamos todos de la vida. La vida o se cuida entre todos o degeneramos hasta morir.

Con el coronavirus hemos aprendido que el grito "primigenio" de Caín... "acaso soy yo guardián de mi hermano" o grito de la competitividad entre los humanos... es un arma letal-sorda que no nos beneficia, que no nos proporciona crecimiento.

Las políticas de profilaxis familiar (permanecer en familia cuidándonos unos a otros) apoyadas tecnológicamente, son más eficientes que las políticas de atención científica masiva y casi siempre impersonales porque... los virus retroceden y pierden fuerza en su masa biológica agresiva ante la reacción autoinmunológica provocada por el contacto afectivo y emocional de los pacientes.  Lo dicho no tiene un referente rigurosamente científico, porque no se ha estudiado experimentalmente por no proceder éticamente la metodología de grupos de contraste, manipulados intencionalmente, pero es evidente su efecto y el uso acertado y positivo que de él se hace sanitariamente y de manera consensuada por todas las administraciones político-sanitarias.

El tiempo de micro-grupos terapéuticos familiares está haciendo madurar con rapidez los criterios y modalidades metodológicas en las relaciones laborales-productivas y el valor que la producción y productividad debe tener en las escalas de valoración de los trabajadores. Se contrasta el valor económico con el valor de la salud; el valor productivo con la vida y salud de las personas trabajadoras y se empieza a cambiar la metodología proteccionista y de control de la empresa por el criterio de aporte eficiente, saludable, responsable y sostenible de los trabajadores. Las políticas socio-laborales están girando a favor de la vida y de las circunstancias personales. 

Estamos en un punto de cambio positivo de los valores laborales, productivos, sociales y familiares que considero imparable: la persona y su vida individual y colectiva (gremial, familiar, social) empieza a valorarse más que el producto que pueda aportar, porque sin vida biológica, psicológica y espiritual no hay producto humano... sólo consecuencias letales.

Espero que este cambio que comienza sea un proceso sin retorno, sin involución pero sé que será lento.  Basta con que siga sin prisas pero sin pausas.  El cambio es posible, saludable y enriquecedor.

Tengo en mi experiencia del valor de la co-laboración (trabajar con) para el logro de objetivos guiados por la honestidad (alcanzar objetivos eficientemente que por igual nos beneficien a nosotros en similar medida que a los que nos rodean) en contraposición con la competitividad que degenera, y mata las distintas formas de vida

Formé parte del CREE español en Lima durante 4 años para apoyo de la labor consular, en condición de complementariedad numérica de la minoría. El grupo dirigente de la mayoría recelaba de  mi actuar  y temía la dialéctica, dura y no emocional sino racional pero lógica, con que yo exponía los criterios de acción y de praxis en favor de los grupos de españoles en situaciones difíciles en los distintos sitios del Perú en que vivían y, al final de los 4 años de trabajo, en la evaluación del proceso expresé:  "han hecho una gestión eficiente en grado superior al que los de la oposición podríamos haber desarrollado; les felicito". La respuesta fue:  "Gracias por la evaluación, pero al inicio de nuestra gestión temimos que fuera a ser imposible la acción conjunta; estábamos en un error y confusión: Uds. han trabajado más eficientemente y mejor que nuestro propio grupo.  Así ha sido posible el resultado".

Se puede y se debe ser discrepantes con quienes tenemos que convivir que NO ha de ser confundido con ser competitivos pero, una vez que se establece el orden jerárquico, las discrepancias tienen que ser reemplazadas por la co-laboración por ser este método el único que nos permitirá constatar el grado de bondad o no bondad de un método o de un proyecto de acción.  Sobre esta base y no sobre la metodología guerrillera, desarrollaremos la dignidad de todos los integrantes de los grupos.  Esta metodología requiere de todos y cada uno... saber esperar la alternancia que deberá seguir a la evaluación final de un proceso.  La metodología guerrillera consiste en trabar, y boicotear, competir es decir, matar la acción de los demás porque damos por supuesta la negatividad del producto final, sin haberlo puesto a prueba.

En las políticas de la educación formal de los Estados se enarbola la bandera de la competitividad como signo positivo de la valoración de los centros educativos y se organizan los "curricula académicos" por competencias; en las familias se invierte tiempo y dinero sin tasa para que los niños y jóvenes compitan para emular y humillar a los condiscípulos porque la vida laboral, para la que se les prepara, es una "guerra" en la que eres victorioso o mueres. Y de esta manera subliminal se incentivan las inteligencias de nuestros niños y jóvenes para que sean depredadores, subhumanos o humanos en el mejor de las casos porque... educarnos por y para la colaboración no está de moda, no es eficiente y no asegura el éxito de tener... PODER.

Hemos necesitado que un virus mutante, nos diga... la competitividad no es Fortaleza sino Debilidad y la colaboración (científica, tecnológica, política, social y familiar) es la única Oportunidad de sobrevivir, de vivir con dignidad y desarrollarnos como personas humanas individualmente, entre personas humanas en grupos familiares y para las personas humanas asociativa y laboralmente.

Resuena en mi mente la advertencia de Jesucristo, transpolada en el tiempo: 
"Permanezcan unidos en Jerusalén hasta que reciban la sabiduría del Espíritu Santo; El les enseñará todo"...

porque la unión de las fuerzas físicas genera la virtud intelectual frente al dolor y 
la unión de las fuerzas mentales engendra Paz y Honorabilidad... 
que constituye el todo del ser persona humana



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