jueves, 5 de septiembre de 2024

EMOCIONES - APETENCIAS - FRUSTRACIONES - AGRESIVIDADES

Los sentidos generan en nuestra conciencia (también llamada inteligencia emocional) desde nuestra concepción y hasta nuestra muerte, EMOCIONES de distinta índole y valoración: agradables, incómodas, consideradas socialmente aceptables o legalmente punibles  (por la moral consensuada) que tienen como objetivo, la supervivencia. 

Estas emociones generan, a través del mecanismo de tentativa y error (también llamado: inteligencia operativo-valorativa, + inteligencias volitivo-intencionales intrapersonal e interpersonal; aprendidas de los modelos próximos: ambiente social infantil) APETENCIAS POSESIVAS guiadas por la pereza, como expresión evolutiva del instinto de conservación (o supervivencia), que se manifiesta, por la moral consensuada, como economía energética: máxima ganancia vs. mínima inversión.

Pero como las inteligencias emocional, operativo-valorativa y volitivo intencional se desarrollan socialmente (por ser la socialización parte constitutiva e inevitable de la especie humana), las apetecías posesivas generan consciencia (también llamada inteligencia espiritual) de FRUSTRACIONES guiadas por la pereza + la codicia (o cleptomanía) porque no somos los únicos que tenemos apetencias posesivas; tenemos "hermanos" que también las tienen y se desarrolla en nosotros el instinto tanático: "alguien debe morir" (complejo de Caín, que compartimos con todas las especies sociales subhumanas): yo vs. los otros (hoy llamamos eufemísticamente inteligencia de competitividad: los demás son prójimos pero adversarios a eliminar ) Si nos sentimos fuertes intentamos apoderarnos (robar) de los bienes ajenos y si nos sentimos débiles generamos autocompasión (que constituye la quintaesencia de las depresiones). 

Las frustraciones siempre generan AGRESIVIDADES contra los demás o contra nosotros mismos y son expresión de nuestra inteligencia espiritual (o también llamada inteligencia trascendente que nos impulsa a "ir mas allá" de nuestro presente y de nosotros mismos). Por consiguiente, nuestra inteligencia espiritual nos puede conducir y evolucionar hacia la búsqueda de la potencial perfección y trascendencia o nos puede hacer involucionar hacia las vivencias emocionales de pereza y codicia manifestadas especialmente, en las formas de depresión maníaco-compulsiva, y cuya mayor expresión es la psicopaticidad aguda (llamada estados `sicopáticos o también llamada comportamientos de idiocia-moral porque estos individuos carecen de toda conciencia moral que sea diferente de  mismos)

Superar estas secuencias del desarrollo de nuestras inteligencias para evolucionar y no involucionar hacia los estadios primitivos de conciencia, que acaben condenándonos a la psicopaticidad aguda, requiere ser educados en la superación de la moral por el comportamiento ético desde niños (o lo que es lo mismo, guiarse ante toda decisión por lo mejor y mas perfecto) asumiendo el costo de ser diferentes, porque es claro que con los modelos educativos que nos rodean, la mayor parte de las personas están siendo condicionadas para desarrollar comportamientos subconscientes de pereza hedonista (el placer y al menor costo) y comportamientos de codicia homicida (competitividad) en mayor o menor grado (si se puede hablar de grados en las formas de homicidio)

Las guerras que padecemos (como todas las soportadas por la historia humana de todos los pueblos) son clara manifestación de lo que aquí escuetamente denuncio y de las guerras familiares y socio-políticas que nos esforzamos en justificar con el argumento de "defender la "casa propia", como un derecho primario.  Ante esta triste realidad pregunto... ¿Qué valoramos màs, nuestra casa (nuestro país) o la vida de nuestros hijos (nuestros ciudadanos)? Y si logras defender tu casa (tu país) pero matan a tus hijos (tus ciudadanos) ¿para qué te sirve tu casa (tu país)... No importa cual sea tu gentilicio; lo que importa es tu ser de persona humana y lo que desde tu ser, puedes aportar mancomunadamente al desarrollo ético de tus hermanos, no de tus adversarios, no de tus contrincantes.

Es ardua esta labor  auto educativa por lo que buscar apoyo en algún tipo de comunidad  que cultive la espiritualidad alocéntrica creo que es la clave para "no morir en el intento" sino lograr vivir con la alegría de la PAZ NO PEDIDA, porque la paz es nuestro deber; sí podemos pedir los dones espirituales de la Inteligencia, Sabiduría y Fortaleza y, como diría mi abuelo... "que Dios nos agarre confesados" ... porque es tarea que nos exigirá superar la vivencia ética a través de la vivencia mística.                                

                 































jueves, 18 de julio de 2024

LA OBSESIÓN PARA NO PERDER ¿CUÁNTO NOS CUESTA Y QUÉ PODEMOS HACER?

La pérdida de la vida y la salud (biológicas, psicológicas y espirituales) siempre será la mayor de las pérdidas, pero en este post me referiré a pérdidas de menor valor: la fama, la imagen social, el prestigio, las amistades, el dinero y el trabajo. El común denominador que tienen todas ellas es: la emocion de pérdida de poder o dicho de otra manera la emoción de sentirnos desvalorizados.

Estas pérdidas pueden ser el resultado de errores cometidos en nuestras acciones o por omisiones en nuestro actuar o por la suma de ambos condionantes, pero también por ser injustamente o impropiamente acusados socialmente. Frente a este último condionante experimentamos dolor por frustración y, la frustración, siempre genera en nosotros agresividad que manifestamos hacia nosotros en formas variadas de depresión y/o hacia los demás en forma reactiva  de carácter legal (si cabe el caso) o de resentimiento o en búsqueda de revancha y, en casos graves, en formas más o menos violentas de conflictos y/o de guerras incruentas y cruentas.  Analicemos por qué nos sucede esto para luego ver como podemos enfrentar estas emociones de pérdidas, de manera saludable.

La clave es NUESTRO SER : somos la resultante de la interacción de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu cuyo resultado se manifesta en una historia concreta.

Nuestro ACTO DE SER se expresa en (1) la función del cerebro que es sobrevivir a toda costa, es decir, intentar no morir.  Al cerebro se junta (2) la función de la mente que es ganar siempre, es decir, no perder. Y al cerebro y a la mente se añade (3) la función del espíritu que es la creatividad para evitar los riesgos de morir o de perder.

Nuestra FORMA DE SER (o dicho de otra manera: cómo nos manifestamos) (1) con nuestro cuerpo con agresividad  desde el inicio de nestra vida: "quien no llora no mama". (2) con nuestra mente siendo competitivos en el actuar social: " yo primero". (3) con nuestro espíritu siendo astutos, usando a nuestro favor la mentira y las argucias; con la mentira nos manifestarnos encubriendo nuestros miedos  y nuestra pereza y con las argucias usando como verdad lenguajes morales producidos por el consenso y acomodación social, (que llamamos democracia o creencias ideológicas) y a estos consensos les otorgamos impropiamente, categoría de verdad.

Nuestra RAZÓN DE SER (o dicho de otra manera: para qué obramos de un modo o de otro) (1) con nuestro cuerpo para lograr imagen social positiva o negativa. (2) con nuestra mente para justificar los hechos de nuestra historia positiva o negativa y neciamente pretender cambiarla mediante argumentos y comportamientos histéricos. (3) con nuestro espíritu procurar liberarnos de culpas (jurícicas si biene al caso, sociales que nunca se logran plenamente y religiosas que opacan las conciencias mitológicas)

Los tres movimientos (acto de ser, forma de ser y razón de ser) interactúan  necesariamente porque por ellos formamos la unidad de nuestro SER, auque se reparten el protagonismo según sea la historia educativa que cada individuo haya recibido y asimilado. Es decir que todo lo dico con los numerales 1, están intricados, como confabulados con los numerales 2 y los numerales 1 y 2 están intricados con los numeales 3 y viceversa.   Así somos de complicados los seres humanos. 

¿QUÉ HACER cuando las emociones de pérdidas se apoderan de nosotros y, especialmente, cuando estas emociones de pérdidas son la consecuencias (en nuestra vivencia, en nuestra consciencia subjetiva) de injusticias sufridas?

Cuando en el apartado "razón de ser" dije, "positiva o negativa" me refería a que, frente a las pérdidas, nos podemos considerar culpables o víctimas. 

- Quien se siente culpable o responsable de sus pérdidas siempre sabe qué hacer:  ganar, ganar y ganar a base de mentir, con la esperanza de que habrá quien le acoja aunque sea por la perversa solidaridad con el vencido; su lenguaje toma las formas de idiota-moral (psicópata)  

- Quien se siente inocente y víctima experimentará, inevitablemente, impotencia y frustración y, la frustración, generará vivencia de agresividad pasiva, asertiva y/o autodestructiva. Si pasiva... desarreollará depresión en todas las formas posibles;  si asertiva... buscará la confrontación belicosa pero mental, con la historia vivida, pretendiendo que los hechos no hubieran sucedido y que los discursos hubieran sido diferentes porque se siente culpable de no haberse defendido convenientemente y su lenguaje será el del estúpido (como el de los adolescentes comunes); si autodestructiva... desarrollando la imagen de víctima de los sistemas sociales de los que forma parte (desde la familia hasta las estructuras sociales y políticas) y desarrollando un lenguaje interno misantrópico y socio-coloquialmente con un lenguaje apocalíptico, con el riesgo de convertirse en lenguajes y vivencias esquizofrénicas, como los razonamientos de los inbéciles (como el de los púberes comunes)  

Querer salir de la consciencia culpalbe o de la consciencia de víctima se puede lograr mediante la utilización de tres procedimientos en interacción que corresponden a la acción de los numerales 1, 2 y 3. Numeral  1, dormir larga y profundamente dando a nuestro cerebro la posibilidad de equilibrar su metabolismo.  Numeral 2, doparse mediante la ingesta de psicofármacos debidamente controlados profesionalmente. Numeral 3, moverse creativamente activando el cuerpo y su metabolismo, la mente mediante la concentración y meditación y el espíritu observando, descubriendo y expresando la bondad y la belleza que hay en todo y en todos

Ahora bien, la eficiencia del procedimiento señalado tiene 2 prerequitos: primero la abstinencia total del alcohol, de estupefaccientes, de fármacos no controlados y de expresiones soeces y descalificadoras de los demás (de la coprolalia) y, segundo, el apoyo psicoterapéutico o equivalente, habiéndose comprobado que la mayor eficiencia terapéutica la consiguen las diversas formas de psicoterapia grupal. 

lunes, 17 de junio de 2024

EL VALOR DEL SILENCIO

SALUDO AFECTUOSAMENTE a todas las personas dialogantes, con y a través de mi blog, luego de 15 meses de ausencia. La razón de tal ausencia fue la dedicación, con casi exclusividad, a la escritura de un libro titulado SYNEIDOTERAPIA. Se encuentra en este momento en fase de crítica y valoración de personas a quienes estimo mucho por su inteligencia y honestidad de vida y de la calidad de su valoración dependerá que se imprima o no. Estoy, en consecuencia, en un tiempo que podría calificar de "vacaciones intelectuales-productivas" y por eso retomaré el viejo hábito de motivar el diálogo cognitivo con Uds. por mientras consideren que tien algún valor lo que pienso y lo que escribo.

El tema que comparto hoy, "el valor del silencio", está motivado por 5 preguntas que un colega  me hiciera al respecto.  Mis respuestas fueron muy escuetas, casi lacónicas, como corresponde hacerse entre colegas pero, pensé que ligeramente extendidas mis respuestas podrán ser de utilidad para todos, incluyéndome, pues el silencio es una dimensión de vida que se nos impone a todos y tener conciencia de ella puede ser muy importante para poderla afrontar favorablemente, es decir, sin exajeraciones y sin evasiones.  Para este fin, formularé las preguntas que se me hicieron, escribiré las respuestas que di y las extenderé ligeramente.

1.- Cómo apagar el ruido mental.  Rta.: con la meditación. La mente no descansa nunca; puede ser más o menos activa o incluso compulsiva pero su actividad sólo termina con la muerte neurológica.  Es la principal causa del ruido y perturbación; más que los ruidos externos a los que podemos acostumbrarnos o bloquearlos. En consecuencia para que su actividad deje de ser dispersa, caótica, desgastante, hiriente, obsesiva, atormentadora, enfermiza y enloquecedora (psicótica), necesitamos marcarle una ruta y un ritmo saludables para que su actividad produzca algo bueno. A este procedimiento los maestros de la vida espiritual le llaman recogimiento.  El método para lograrlo es la meditación. No importa qué tipo de meditación sea (racional, emocional, fisiológica o las tres modalidades juntas). Lo importante es aprender a imponer disciplica a nuestros pensamientos, recuerdos, emociones y apetencias que son los mecanismos por los que se produce el ruido mental. Para ello tenemos que programar para todos los días del año un tiempo para meditar (hay muchos modelos en YouTube que pueden servir) no inferior a 10 minutos; al comienzo se puede empezar con 2 minutos e ir ampliando el tiempo hasta acostumbrar a nuestro cuerpo a disciplinarse.

2.- ¿Lo contrario del ruido, es el silencio? Rta.: No, lo contrario del ruido es la productividad porque así, el ruido no se percibe. Todo modo de productividad (mental, de objetos, de transformación, de extracción, comercial, estética, artística, social, litúrgicas religosas o civicas, etc.) pueden estar envueltos en deciveles acústicos muy altos pero la mente los bloquea por la satisfacción emocional que nos produce el sentirnos útiles, productivos, valorados y especialmente por ser  creativos; la creatividad nos hace sentir libres, incluso, libres de los ruidos con altos decibeles acústicos. Pero no siempre el éxito creativo se consigue, y entonces se reactivarán  los ridos mentales cuyo antídoto terapéurico será la meditación.

3.-  ¿Puede ser el silencio una tortura?  Rta.: Sí, cuando es producido por la ausencia de "alguien o de Alguien". Las ausencia emocional-eróticas y afectivo-eróticas (incluyendo las religiosas y espirituales) nos producen desvalorización y desvalimiento frente a los cuales nuestra mente buscará explicaciones, causas, culpabilidades y mecanismos de restablecimiento de la relación perdida o nunca tenida. La ausencia del "ser amante" que se ha condicionado en nosotros como necesidad para valorarnos desde la lactancia hasta los 5 años, produce en nosotros estadíos de duelo y se nos hace casi insoportable la soledad y desvalorización que sentimos, sin importar que pueda tener justificación o sea producto de nuestra paranoya. Nuevamente el antídoto terapéurico será la meditación.

4.- ¿El silencio es señal de alarma? (sic) Rta.: La amnesia es un silencio pernicioso y la demencia senil y el Alzheimer, ni digamos. Esta respuesta guarda correspondencia con el 1er. interrogante sobre los ruidos mentales. El silencio de ruidos, de imágenes y de apetencias mentales nos indican relentización y/o pérdida del funcionamiento de nuestro cerebro y, como consecuencia este silencio es pernicioso y en breve tiempo mortal. Desgraciadamente frente a este deterioro orgánico-neurológico, las disciplinas terapéuticas de salud no tienen respuestas ni de previsión ni de curación. Ante esta realidad el antídoto terapéutico de la meditación para el manejo de los ruidos y de los silencios, es absdolutamente inoperante.  Quien lo padece dependerá de la CHARITAS de quienes rodeen a estas personas. Pero es importante tener en cuenta que la caridad no es un acto de generosidad solamente; la CARIDAD es igual a (AMOR por JUTICIA), es decir..."amamos a esas personas porque... por justicia tienen derecho de ser amadas". (me permito remitirles a los post sobre "la emocion llamada amor" y "el amor está herido de muerte por las falsas verdades") 

5.- ¿Cuál es el silencio saludable? Rta.: El que te da PAZ PRODUCTIVA. Luego de lo dicho hasta el momento, poco más se puede añadir.

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