viernes, 1 de mayo de 2020

SIN MIEDO ANTE EL COVID19, PERO CON RESPETO A LA PARADOJA


La existencia en todas sus formas sólo se da por el movimiento; todo se mueve regido por la ley del equilibrio termo-dinámico entre la materia y la energía, lo que nos permite constatar que en la naturaleza cuanto existe, es, por su contrario…esto es, por mientras el desequilibrio de la interacción entre materia y energía asegure el movimiento. Pero este movimiento no es eterno porque en la interacción de estas fuerzas, en el movimiento, hay pérdida de energía calórica lo que asegura que, en algún momento, el movimiento cesará y entonces lo existente dejará de ser.  Esto no generará la nada porque entonces la nada sería algo: la carencia de movimiento da origen al no ser, que no se ha de confundir con “la nada”, ésta no existe.

En la estructura Física este movimiento, da lugar a la ley del equilibrio de fuerzas por lo que se observa cómo, a toda fuerza de acción le corresponde otra fuerza de reacción pero de sentido contrario y de su misma intensidad. Este equilibrio cesará cuando la energía calórica perdida en esta oposición de fuerzas, buscando el equilibrio, haya alcanzado igual nivel; en ese momento carecerá de posibilidad de intercambio y se producirá el no ser de las fuerzas en equilibrio.

En Biología al estudiar la interacción dinámica entre la física y la química se observa que, esta interacción de fuerzas a la que llamamos la vida, en todas sus formas, busca superar la fuerza contraria de la muerte en lucha que llamamos, lucha de contingencia necesaria o, dicho de otra manera la vida no puede existir sin “el concepto” de la muerte, porque la muerte como entidad no existe pues es equivalente a “la nada” que tampoco existe.  Sólo existe el ser o el no ser.  Al igual que en la existencia cósmica y física, la fuerza físico-química, o vida, cesará cuando no haya intercambio calórico. Por eso los cadáveres se enfrían, porque ha cesado el intercambio calórico entre las estructuras físicas y químicas.  Se produce, entonces el no ser de la vida. Ésta, se transforma en las estructuras que la compusieron: estructuras físicas y estructuras químicas, por separado.

Lo antedicho nos permite entender el porqué del coronavirus y, hoy, del COVID19. Los llamados coronavirus son estructuras víricas que por su forma parecen “coronados” que han existido y existen en la naturaleza de nuestras selvas y que son inocuos para los seres humanos pero no para las bacterias .  Los virus son a las bacterias, lo que la muerte a la vida; los virus matan a las bacterias y sin bacterias no podemos vivir.

Aproximadamente en nuestro cuerpo hay 20 billones de células que necesitan para existir del aporte, aproximadamente, de 37 billones de bacterias. Los virus que albergamos son aproximadamente 40 billones que necesitan de las bacterias para reproducirse y seguir viviendo, pero como organismos  antagónicos; las invaden y las matan.  Virus en latín, significa veneno; los virus necesitan de las bacterias para poderse multiplicar por eso las invaden y al hacerlo las envenenan con su ARN y las bacterias mueren.

En la naturaleza este proceso de vida y muerte se equilibra pero el resultado es la muerte inevitable como consecuencia de la pérdida paulatina de la energía termo-quimica, de todos los elementos que componen la vida. La vida humana no se escapa a este proceso y, aunque contamos con el aporte positivo de mucha tecnología al servicio de las ciencias biológicas, nuestro final es el “no ser de la vida” humana, que no hay que confundir con la vida de la persona humana; la persona humana no muere por ser de naturaleza espiritual psico-somatizada; lo que fallece es la vida humana por ser de naturaleza físico-química.

Con el COVID19, producto de mutaciones tecnológicamente provocadas y ahora incontrolables, la humanidad ha roto la capacidad de respuestas de las bacterias y células de nuestro cuerpo, encargadas de afrontar y controlar a los invasores del cuerpo humano.
Este fenómeno no es nuevo; con la invasión europea del continente americano de hace más de cinco siglos, cientos de étnicas autóctonas desparecieron infectadas por virus parecidos al que ahora padecemos; pero el legado de las personas que las componían no murió.

De este virus sabemos pocas cosas, como el modo y la agresividad de propagación, y otras muchas desconocemos. La batalla por el ser o el no ser de nuestras vidas humanas está en juego y, si queremos perennizar el aporte que como personas humanas podemos dar a la historia, se nos imponen de manera inmediata 3 obligaciones: 1° respetar las características del monstruo que hemos creado para podernos defender de él porque… no desaparecerá; podremos controlarlo pero no desaparecerá y por eso se está buscando frenéticamente la vacuna que nos ayude a frenarlo.  2° respetar a la naturaleza que, al parecer, funciona mejor sin nosotros que con nosotros porque nos hemos creído superiores a la naturaleza y no parte de ella y ahora la misma naturaleza nos está diciendo: personas humanas, NO SON SUPERIORES. 3ª priorizar el desarrollo de todas las expresiones de nuestro ser espiritual por sobre todos los otros valores apetecibles dados los aprendizajes a que estamos siendo sometidos para subsistir biológica y socialmente, en todo el mundo, y porque la naturaleza se recupera, condicionada por la ejercitación de los aprendizajes espirituales, que hemos priorizado o que hemos incorporado a nuestras vidas en este último tiempo.

La primera obligación sí la vamos a conseguir desarrollar porque si no moriremos; la 2ª nos costará mucho porque hemos desarrollado comportamientos obsesivo-compulsivos de abuso irracional y no vamos a renunciar a nuestra adicción de adueñarnos de lo que no nos pertenece y, la 3ª … seguirá siendo el testimonio de minorías, por paradójico que pueda parecer no ser sensatos.

4 comentarios:

  1. Hola Julián:

    Se me hace muy difícil vivir en estos tiempos, no por el confinamiento sino por ser, no sé si decir tiempos prebélicos, o ya de guerra abierta directamente.
    Me sorprendió y me apenó ver en tu blog la afirmación de que el COVID-19 es producto de mutaciones tecnológicamente provocadas porque siento que es echar más leña a un fuego que ya está generando muchas actitudes de odio, tal es así que según la ideología de quién lo lea va a estar convencido de que la “mutación provocada” la ha realizado uno u otro de los bandos de esta guerra.

    Ya sé que tú dices que quieres buscar la verdad entre todos y que en todas las guerras lo primero que se oculta es la verdad ¿Crees que nos van a permitir siquiera acercarnos a ella tan prematuramente?


    Saludos, Merche

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  2. Ola Merche; el enfoque que haces de mi afirmación "del COVID-19 es producto de mutaciones tecnológicamente provocadas", suscita en mi dos reflexiones: la primera es que "la palabra una vez escrita y/o dicha" adquiere, inevitablemente, vida propia en quien la recibe, porque la palabra modifica la química de nuestras neuronas de lo que se derivan experiencias emocionales positivas y/o negativas acordes con la intencionalidad y conflictividad de quien recibe "la palabra"; la segunda es la valoración de responsabilidad moral y psíquico-social de quien emite "esa palabra" porque, inevitablemente, provocará alegría o gozo o perplejidad o ansiedad o angustia o temor o agresividad o... actitud bélica en quien recibe. A este respecto he de confesarte que no tuve en cuenta el alcance psíquico-social de mi análisis, que tu acertadamente denuncias, aunque no haya sido mi intención provocarlo; sólo me propuse dar un poquito de luz sobre el problema que soportamos en el mundo a causa de la perversidad a que nos someten tres fuerzas: los políticos civiles y religiosos, los financieros que todos son capitalista y las fuerzas armadas que son todas inhumanas.
    Mi objetivo fue fundamentar el contenido de verdad de los dos últimos párrafos que dan sentido al título... "con respeto a la paradoja".
    Por eso es tan importante dialogar pues sólo a través del diálogo abriremos nuestras vidas a la verdad, desde donde se encuentre y hasta donde alcance a generar y/o impulsar la vida; porque la verdad, para ser saludable y no letal, ha de estar al servicio del equilibrio de la vida. Vida para descubrir la verdad y verdad para impulsar la vida.
    Lamento y pido perdón por el dolor que haya podido provocar en ti y en otras muchas personas, el tenor descarnado
    de lo que considero que es "una parte de la vedad" que se nos oculta deliberadamente y cotidianamente por la acción del "tridente satánico" al que me acabo de referir.
    Gracias Merche por ayudarme a ampliar mi conciencia, con tu participación dialogante.

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  3. Gracias Julián por tu sensibilidad para acoger mis puntos de vista, como siempre más terrenales que los tuyos, si bien comprendo perfectamente tus dos últimos párrafos y, con mis matices, hasta los comparto. A riesgo de ponerme pesada sigo con mi enfoque social.

    Creo también que los poderosos, de “muchas veces supuesto” signo, y de todo origen, son capaces de someternos a cualquier perversidad por monstruosa que sea, siempre a favor de sus intereses económicos o ambiciones políticas o político-religiosas, normalmente en simbiosis porque están conectados. Para sus fines, en algunos países se limita abiertamente la libertad de expresión entre otras libertades, y en el resto, manipulando nuestra opinión bien a través de las argumentos de medias verdades falseadas de los partidos políticos, bien con la difusión de todo tipo de bulos o información amañada financiada por los poderosos.

    Algunos de estos bulos o informaciones son burdos y zafios y otros muy elaborados en función del segmento de población al que van dirigidos. Normalmente los más efectivos son los que mezclan sutilmente muchas verdades incuestionables o ampliamente verificables, con el bulo o idea en sí que se pretende propagar. A veces se utiliza para ello a personas corruptas, plenamente conscientes de lo que están haciendo, a veces a otras personas que, equivocadas, engañadas, o ideologizadas por creencias políticas o religiosas (basada en lo mismo que tú dices, que las verdades no pueden ser letales), creen en lo que afirman o en su conveniencia por el bien común. Eso también es la libertad de expresión. Ya las nuevas tecnologías de la información hacen el resto.

    Por eso pienso que es tan difícil acercarse a la verdad y en este ambiente actual, por lo menos el que yo vivo en España de posturas exacerbadas, se llega hasta el punto de que amistades de 25 años que jamás habían manifestado sus opiniones políticas, ahora no dudan en hacerlo, casi escupiéndolas por las redes sociales de forma que si otros manifiestan algo de signo contrario, hasta se llega a la ruptura. El ambiente bélico lo está impregnando todo, en este caldo de cultivo que es el miedo y la rabia por las consecuencias del COVID-19 que unos y otros están utilizando para culparse. Ese era también mi lamento de la última entrada en la que comenté, me cuesta tener fe en que saldremos mejores de esto y en que tengamos una buena cosecha. Como siempre habrá una minoría de comportamiento ejemplar, otra minoría que obtenga grandes beneficios: los poderosos, y una gran mayoría que suframos las consecuencias.

    Somos muchos en el planeta, no recuerdo exactamente el dato, que no se tome al pie de la letra por favor, pero creo haber leído algo así como que a este paso en el 2050 casi habremos duplicado la población de principios de siglo ¿Y habrá para todos?. Quizás la sabía naturaleza (en su acepción de conjunto de todo lo que existe) o la interesada naturaleza (en su otra acepción) de los poderosos, estén haciendo algo al respecto. Yo nada sé y de nada me extraño.

    Tampoco sé si con esto aporto algo positivo o negativo, probablemente estará como tú dices en función del que lo reciba, pero mi intención sería provocar distanciamiento con cualquier postura de enfrentamiento o culpabilizaciones prematuras.

    Gracias Julián también por este espacio. Saludos, Merche

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  4. Querida Merche, nada mejor se me ocurre para corresponder a tu "dialogando" que copiar parafraseando brevemente tu primer párrafo, intercambiando nuestros nombres. "Gracias Merche por tu sensibilidad para acoger mis puntos de vista, como siempre tan terrenales que los tuyos, si bien comprendo perfectamente todos tus párrafos y, con mis matices, hasta los comparto. A riesgo de ponerme pesado sigo con mi enfoque social"... para juntos seguir en la brega de buscar juntos, manifestar abiertamente entre nosotros y compartir con todos los que quieran escucharnos y dialogar, la dimensión de verdad que vivamos... respecto de cualquier dimensión y expresión donde la verdad se nos haya manifestado.

    Comparto contigo el desasosiego frene al futuro en todas sus expresiones sociales, la incertidumbre del buen trato entre próximos y lejanos y la segura conflictividad social. Tal parece que la PAZ que se fundamenta en el RESPETO, es humana demasiado humana y por eso no alcanza a ser propia de todas ni de la mayoría de las personas humanas.

    Me uno a ti para aceptar tus análisis y temores y para seguir viviendo y expresando la verdad. Desde nuestras conciencias minoritarias, sigamos exponiendo lo que consideremos verdad y asumiendo los riesgos que esta audacia conllevan.

    Gracias por aportar diálogo.

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