miércoles, 11 de junio de 2014

CUANDO NOS RESENTIMOS...¿ A QUIEN TENEMOS QUE PERDONAR ?


Re-sentimiento es volver a experimentar un sentimiento o volver a re-cordar algo añadiendo una emoción.  Tiene como base de la acción lo que ”el corazón nos dicta” (cor, en latín, corazón) y por eso decimos que “re-cor-damos con sentimiento”; juntamos la memoria de algo o de alguien (que es un acto de nuestra inteligencia) con una emoción.

Volver a poner juntos hechos del pasado y sentimientos no tendría porqué ser negativo, ni triste ni penoso.  Sin embargo cuando decimos que estamos re-sentidos, añadimos “otro acto del corazón”, el ren-cor, sólo que esta vez mezclamos el acto del corazón con el esfuerzo de nuestros riñones (ren, en latín, riñón) y así expresamos que nos duele lo que recordamos y sentimos; de alguna manera al recordar nos duele el corazón y los riñones.

¿Qué hacemos entonces?...Lo que hayamos aprendido a hacer frente al dolor:
- Quejarnos para que alguien alivie nuestro dolor y entonces esparcimos el chisme por donde podemos = meledicencia
- Alejarnos de la fuente de dolor y entonces evitamos el contacto más que al fuego = ansiedad y obsesión
- Eliminar la fuente de dolor y entonces ojo por ojo y diente por diente= venganza
- Buscar alivio a las causas del dolor y entonces MEDITACIÓN, PAZ Y PERDÓN

  MEDITACIÓN:
Si algo que sucedió hace mucho tiempo nos sigue afectando, significa que nuestro carácter es débil y somos incapaces de ser libres de nuestros sentimientos y pensamientos negativos.

El resentimiento nos hace vivir, una y otra vez la impotencia y el dolor que lo acompaña nos impide disfrutar plenamente de la vida. El enojo, que es parte del resentimiento, deteriora nuestras relaciones e inconscientemente, tratamos de hacer lo mismo que han hecho con nosotros, lo que daña nuestra salud, porque nos provoca estrés con beneficio para nadie.
Es el momento de educar nuestro carácter que es, en definitiva, el responsable del dolor que nos causa el resentimiento, el rencor, la obsesión y el estrés.
 
  PAZ:
Nuestro objetivo es vivir en paz con nuestro pasado, con las personas que han formado parte de nuestra historia y con nosotros mismos. Pero no se puede vivir en paz si no trabajamos para la paz.
Porque querer tener paz y guardar resentimiento es como tomarse un veneno esperando que la persona en la que pensamos al tomarlo, se muera; eso es, simplemente, esquizofrénico.

El siguiente ejercicio puede ayudarnos a conseguir la paz; se conoce en psicoterapia gestáltica como el ejercicio de "la silla vacía".

Escoge el nombre de esa persona que te provocó la emoción más intensa y negativa, para hablar con ella pero estarás solo sentado en una silla frente a otra vacía donde "estará la persona escogida". Dile con sencillez cómo te sientes, qué fue lo que te molestó o hirió en esos momentos que recuerdas con amargura y de qué manera ese hecho ha influido en tu vida.

Ahora vas a ser esa persona y te vas a sentar en la otra silla, explicando la situación desde su punto de vista refiriéndote a cada uno de los sentimientos y pensamientos que has descritos anteriormente.

Al terminar escribe lo que te ha contestado... léelo atentamente y piensa si esa persona era totalmente consciente del daño que te provocó.
Si tu respuesta es que sí, piensa si vale la pena que te amargues y sufras por una persona así o más bien te merece la pena decidirte a…
ser feliz porque eso es lo bueno para tu salud; tu tienes la obligación de ser feliz.


Aprende a perdonarla porque no vale la pena y a perdonarte por haber perdido el tiempo y deja atrás el pasado de tu carácter.

  PERDÓN
 
Tenía razón “Mafalda” cuando decía no porque exista el perdón, la gente tiene derecho a dañarnos las veces que quiera”

Con frecuencia estamos enojados con nosotros mismos porque pensamos que somos tontos y que nosotros provocamos o permitimos lo que sucedió, etc. En realidad no supimos hacerlo de otra forma porque no aprendimos, porque no nos enseñaron a dominar el carácter. Pues ahora es el momento y sólo depende de nosotros, sin excusas de edad... ni de nada.

El primer aprendizaje del perdón ha de ser: Aceptar que la vida no es ni justa ni injusta; la vida es el don de un conjunto de potencialidades, con la obligación de desarrollarlas y la primera potencialidad es ser feliz. Esto es igual para todos.

Hay cosas que no podemos cambiar; gentes que son injustas con nosotros, porque sus metas, ideas, emociones, e.d., su cultura de origen  es diferente a la nuestra y cuando luchan por su bienestar, pueden ir en contra del nuestro. Esto evocará en ti el resentimiento de rencor, la venganza… ¿qué hacer?... pues  algo que te haga feliz y con lo que hagas feliz a "un hermano" para que perdonar sea recordar sin resentimiento, si no puedes olvidar.

6 comentarios:

  1. Julián no te lo he dicho antes por falta de tiempo, y luego llegó tu siguiente entrada que me dió más que pensar, pero esta la comparto plenamente. La voy a imprimir a ver si consigo que mi hija la lea, ardua tarea, pero si la asimilara creo que le podría hacer mucho bien.
    Gracias,
    Merche

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  2. Me alegra, Merche, que pueda servirte de apoyo educativo para con tu hija.

    Una sugerencia: quizás le resulte interesante leerla y analizarla con alguna amiga y tu ayuda; recuerda que está en la edad en la que el protagonismo con los amigos es muy importante y aunque estas tareas les puedan parecer un tanto extrañas, por eso mismo les pueden llegar a ser sugerentes.

    Ya nos contarás la experiencia, si crees pertinente propiciarla.

    Gracias

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    1. Sí, la puse en práctica porque vi la ocasión el viernes. La postura de mi hija fue aceptar porque la otra niña se mostró interesada, pero usaba su móvil de pantalla, presta a intervenir para desacreditarlo al más mínimo indicio de que a su amiga le pareciera poco interesante. La otra niña tuvo una escucha muy activa en todo momento: yo es que me siento tonta, es verdad que esas son las cosas que hacemos para aliviar el dolor, cómo sé yo la intención de la otra persona, si me pongo en su lugar es lo que siento yo no lo que siente el otro, eso es como hablar sola. Creo que ella lo veía más práctico hablándolo con la otra persona. La conversación derivó porque mi hija intervino para decir que las dos habían decidido ser psicólogas y a pesar de mis intentos siguieron por ahí. La niña dijo que le interesaría a su madre y se llevó la copia impresa. Finalmente mi hija me pidió que las dejara solas, pero no hablaron del asunto.

      Cuando estuve a solas con mi hija volví a intentar sacar el tema y me preguntó si yo había pensado en alguna experiencia de mi propia vida y que cual era. Se lo dije y ella me contó en qué experiencia suya pensó. Es un asunto que yo conocía, pero no creí que lo aplicara ahí. Al final me ha servido para darme cuenta hasta qué punto está anclada con ese asunto que tanto la preocupa en la fase ansiedad/obsesión, pero es un tema con muchas implicaciones, difícil, que no solo tiene que ver con el perdón, pero en fin por lo menos dialogamos. Ella dice que no la ayudo con esa idea del perdón.

      Quizá intente el miércoles volver a sacar el tema con otra amiga distinta y sobre la primera, como sus padres nos han invitado a pasar unos días con ellos en agosto en una casita que tienen en un pueblo de León, a lo mejor intento sacar el tema en alguna comida o cena familiar, aprovechando que dice que a su madre le interesaría, a ver si viendo el interés de más gente, mi hija le da más credibilidad.

      Por si alguien ve algún interés en esta experiencia y les orienta, os cuento que las dos niñas cumplen 14 años en esta misma semana.

      Gracias por todo Julián, si los otros intentos dan algún resultado os lo diré, si lo ves de interés.

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    2. Julián muchísimas gracias por este escrito, solo llevaba resentimiento y pues claro me hacia mucho daño. Y me reuní con mi familia y fue maravilloso me sentí libre y felis y pues había pedido perdón, y claro ay personas injustas pero ya paso... Yo tratare de darle este escrito a mis padres x q duele su separación.. Dios te bendiga mucho mas

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    3. Hola Unknown; me alegra mucho te haya sido útil el conjunto de estrategias que te he sugerido poner en práctica y que compartas la re-conciliación de tu historia con tus padres. La salud psíquica, también se contagia; con menos fuerza que las enfermedades, es cierto, pero se contagia al fin. Enhorabuena.

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  3. Fantástico, Merche: creo que has logrado dar muchos pasos en el proceso educativo de tu hija a través de este diálogo que intuyo ha sido de mucha profundidad, más allá de todas las apariencias "no importaquistas" con las que intentó ocultar su interés y su dolor (es propio de su edad: quiere evadir el mundo adulto-educador de la madre pero acude al modelo-espejo de la madre; es una torpeza y por eso se enreda en comportamientos torpes como el uso del movil).

    Estoy de acuerdo contigo en el método que has empleado, lo importante es que ella - ellas dialoguen de los temas que les producen dolor y poco a poco se abrirán a nosotros, como lo hizo contigo tomándote como "espejo", y no que nosotros nos pongamos en el lugar de ellas = tratemos de interpretar lo que no conocemos, porque el mundo emocional de los demás no podremos llegar a conocerlo sino en la medida en que nos permitan acercarnos a él y, eso, si es que con "veracidad lo conocen" porque, con frecuencia, entre las emociones y la memoria se perpetra un contubernio fatal, a favor de lo peor del carácter, que no deja enfocar la realidad.

    Te felicito por el gran esfuerzo educador a favor de ambas niñas y, al parecer, a favor de alguien más. Y mil gracias por compartir-dialogante con nosotros tu esfuerzo y dedicación educadora.

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